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Desde mañana hasta el próximo 13 de febrero, el archivo municipal de Ca'n Bordils de Palma acogerá la exposición «El Betlem tradicional mallorquí», que consiste en una muestra de los belenes mallorquines realizados entre los siglos XVIII y XX. Esta exposición es una iniciativa conjunta del archivo municipal y el Museu de Mallorca y fue presentada ayer por el regidor de Cultura i Educació, Rogelio Araujo; la directora general de Cultura del Govern, Catalina Sureda; la directora del Museu de Mallorca, Joana María Palau; el comisario de la exposición, el padre Gabriel Llompart; el archivador Pere de Montaner y la ayudante, María J. Massot.

La mayoría de las piezas expuestas provienen de colecciones particulares como las de los monasterios de Santa Magdalena y Santa Clara, aunque también se han recogidos piezas del Museu de Lluc y del Museu de Mallorca. El padre Llompart explicó que el belén llegó a la Isla procedente de un taller de Nápoles propiedad de la familia Alamanni en el siglo XV. Recalcó la influencia italiana y alemana que presenta el nacimiento mallorquín. Según él, la exposición muestra la evolución de las figuras del belén mallorquín a partir de los pastorets de la escena barroca, los costumbristas del siglo XVIII, la llegada de los modelos catalanes de José Fernández Segura, eSantet, a mediados del siglo XIX y la conformación de la tipologia popular mediante los talleres del último tercio de este siglo y durante el siglo XX. El historiador aseguró que los belenes se instalaron en las iglesias en la Edad Media; no sería hasta la segunda mitad del siglo XVI cuando se introdujeron en las casas.

Uno de los belenes más antiguos que se pueden contemplar es el de les Verges Rosses, del siglo XVIII. Llompart señaló que «en el arte popular, la mayoría de las obras son anónimas porque son bastante difícil de documentar y no vienen firmadas». Por su parte, María J. Massot señaló que más que un belén «es una exposición educativa».

S. Coquillat