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JOAN J. SERRA/LLUC GARCÍA
Sa Costera ya cambia de aspecto. Las obras de aprovechamiento del caudal de esta fuente han empezado a dejar su huella en este tramo de la costa de Tramuntana.

Como es habitual, la ejecución de obras crea un impacto que puede parecer excesivo. En concreto, en estos días se puede ver, en plenas operaciones, al barco que limpia el fondo y abre la zanja submarina por donde discurrirá el primer tramo de la tubería que transportará el agua de sa Costera hasta el Port de Sóller a lo largo de 9 kilómetros. La conducción tendrá un metro de diámetro.

Asimismo, se ha habilitado un pequeño muelle que sirve para descargar la maquinaria, el material de obra y el personal. Ahora mismo está trabajando en el lugar una excavadora. Una vez concluidas las obras, el muelle será desmantelado.

La fuente de sa Costera, y las síquies y aljubs anexos, está en un punto elevado, dando lugar a la cascada sobre el mar que ha hecho de este enclave, además de la belleza de todo el entorno, una referencia entre excursionistas y amantes del senderismo y la naturaleza.

Las obras no se desarrollan en la cascada, sino un poco alejadas de la caída del agua. Se está construyendo una arqueta de hormigón, donde la tubería que saldrá de la fuente se sumergirá, haciendo un codo, para iniciar su largo trayecto bajo el mar. Esta arqueta será forrada de piedra para minimizar el impacto visual.

También se ha construido una rampa, con varios revolts, para facilitar las subidas y bajadas de los operarios entre la fuente y el muelle. La rampa, igualmente forrada de piedra para minimizar impactos, ha servido también para reforzar el talud de piedras y tierra, muy inestable para soportar un trasiego cosntante de personas. Esta rampa es muy estrecha y por ella no puede circular maquinaria. Apenas cabe un operario.

Cuando las obras hayan concluido, será muy difícil volver a ver la cascada de sa Costera tal como generaciones de mallorquines la han conocido. No desaparecerá del todo, pues es previsible que el aprovechamiento del agua de la fuente no sea total, dejando que el sobrante discurra por el cauce actual, pero, indudablemente, se le restará espectacularidad.