Un total de 163 intérpretes, 40 artesanos y 200 voluntarios
escenificaron en la tarde de ayer un espectacular belén viviente,
que volvió a resultar todo un éxito de participación ciudadana.
Ésta es la segunda edición de la iniciativa del Consell de
Mallorca y de la Fundació Teatre Principal.
A las 17.30 horas estaba previsto que se abrieran las puertas de
los jardines de La Misericòrdia, pero el acto se retrasó casi dos
horas. Lógicamente, ya hacía bastante tiempo que centenares de
ciudadanos se encontraban esperando en las inmediaciones. Desde ese
momento, el público comenzó su recorrido desde los jardines hasta
el patio, pasando por la costa de la Sang, donde se había
habilitado un mercadillo medieval con 24 puestos.
Una hora más tarde de la apertura de las puertas, la Virgen
María y San José salieron camino a Belén, emplazado en el patio.
Este retraso incidió en la salida de los Reyes Magos de Oriente,
que siguieron este mismo itinerario en la representación de
L'adoració dels pastorets i dels Reis. La mezzosoprano Silvia
Corbacho interpretó El cant dels ocells y la Sibil·la. Además, fue
quien llevó el niño Jesús hasta los brazos de la Virgen María.
Este evento, a pesar de que se celebra sólo desde el año pasado,
se ha convertido en uno de los favoritos de los ciudadanos.
Decenas de personas trabajaron para que todo saliera a la
perfección y cabría destacar la labor de Cati Abellán, responsable
del vestuario, las modistas Pepita Matas y Carmen Rojas, la
iluminación de Antonio Salom y Guillem Terrasa y el eficiente
cometido de Encarnita Brizón, encargada del utillaje. Todo el
equipo estuvo coordinado por Catalina Torres.
R.D.
Foto: Joana Pérez
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