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Los escoltas de Mallorca celebraron ayer el acto de recogida de la llama de la luz de Navidad. Una tradición que se inicia en una cueva de Belén, donde los escoltas austríacos organizan un «macro-encuentro». Desde Austria hasta Barcelona y desde la Ciudad Condal hasta el monasterio de es Secar de la Real, donde la llama se mantenía encendida a las diez de la mañana de ayer sábado. Representantes de catorce grupos de escoltas de toda la Isla encendieron sus candiles de esta llama de la luz de Navidad que este año tiene como tema «Propera estació, la pau», haciendo especial referencia a la mujer, tratando la violencia de género. El acto, que tuvo una duración de una hora, contó con la lectura de varios mensajes y canciones donde los asistentes, unas cincuenta personas, además entregaron algunos alimentos ante el altar del monasterio de La Real. El lugar no se eligió por casualidad, sino precisamente para apoyar a los vecinos de es Secar de la Real por la polémica del nuevo hospital. Los grupos de escoltas están compuestos por niños de entre 6 y 18 años y adultos como padres y familiares. Durante estas fiestas todos cuentan con la Llum de Nadal.

Julián Aguirre