Tras la entrega de los galardones, los premiados hicieron una
primera valoración sobre el significado de la distinción entregada
por el Ajuntament de Palma.
El tenista Carlos Moyà señaló que le había hecho mucha ilusión
recibir la Medalla d'Or por parte del Ajuntament de Palma. «Me
siento muy orgulloso», dijo, y se mostró satisfecho por haber sido
elegido junto con los otros tres galardonados. «Pienso que acaso
ellos han hecho muchos más méritos que yo para ser acreedores a
esta distinción», dijo con humildad. Por lo que respecta a la
polémica surgida con EU-EV, le restó importancia y añadió que
respetaba todas las posiciones a este respecto. Por último, quiso
dedicar el galardón a todas las personas que le han ayudado a lo
largo de su trayectoria deportiva.
Paula Mir, viuda de Paulí Buchens, señaló que había sido un
honor poder recoger la medalla que el Consistorio ha concedido a
título póstumo a quien fuera su marido. Mir indicó que ahora muchos
ciudadanos habrán podido conocer mucho mejor la figura de quien fue
alcalde de Palma entre 1976 y 1979, en los años de la Transición.
Asimismo, quiso destacar también la gran valía de los otros
premiados. Preguntada sobre cuál creía que había sido la actividad
pública que más había satisfecho a Buchens, afirmó que «siempre se
sintió muy orgulloso de haber sido alcalde».
Por su parte, el histórico dirigente socialista Gabriel Juan
dijo que se sentía «muy contento», y añadió que a lo largo de su
vida había luchado «por las libertades y el bienestar de todos».
También reconoció que fue una sorpresa el hecho de que hubiese sido
uno de los designados para obtener la Medalla d'Or, y reiteró su
agradecimiento hacia quienes le habían otorgado la máxima
distinción de Cort.
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