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J.T.B./EFE
La consellera de Salut, Aina Castillo, informó ayer de que se había liberado una granja de ovino y que de las siete que se inmovilizaron a raíz de la crisis del cloranfenicol, sólo quedaban tres: dos de pollos y una de gallinas ponedoras. «Avanzamos bien en los análisis y en poco tiempo podremos descartar la presencia de cloranfenicol», dijo Castillo en relación al antibiótico prohibido en la UE desde 1994.

La consellera relató que una de las primeras actuaciones de este nuevo organismo, que se reunirá como mínimo cada dos meses, será revisar los protocolos de actuación actualmente vigentes a fin de conseguir mejoras como la reducción del tiempo desde que se toman las muestras sobre determinadas sustancias prohibidas hasta que se confirma o no su existencia.

La consellera hizo estas declaraciones tras la reunión del Consell de Govern que aprobó ayer la creación del Consejo de Seguridad Alimentaria, que evaluará los riesgos para el consumidor y le ofrecerá una información adecuada y transparente, así como de una comisión que vigilará la comida del ganado, sobre todo el uso de anabolizantes y medicamentos veterinarios. Este segundo organismo tratará de detectar posibles prácticas fraudulentas en la producción de los animales destinados al consumo humano, según informó.