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La Reial Acadèmia de Medicina de les Illes Balears (RAMIB) celebró ayer noche, en el salón de actos de Can Campaner, la sesión inaugural del curso académico 2005. El solemne evento estuvo presidido por el doctor Alfonso Ballesteros, máximo responsable de la academia, y contó con la presencia de la consellera de Salut i Consum, Aina Castillo; la vicepresidenta del Consell de Mallorca, Dolça Mulet, y del cónsul honorario de la República Francesa, Michel Magnier-Diez.

El presidente de la Reial Acadèmia recordó, en sus palabras de bienvenida a los asistentes al acto, que «a pesar de las reiteradas buenas intenciones de los diferentes gobiernos, la institución científica más antigua de las Islas y una de las más antiguas de Europa, continúa sin una mínima asignación presupuestaria» y añadió que «resulta desmoralizadora la falta de apoyo a una trayectoria secular acreditada por la emisión de informes equilibrados, publicaciones reconocidas internacionalmente y sesiones académicas de indudable impacto social».

Acto seguido se procedió a la lectura de la memoria de la academia y comenzó la lección inaugural del curso que fue pronunciada por el académico numerario Macià Tomàs Salvà quien disertó sobre «Exposición profesional a los agentes patógenos en sangre y otros líquidos corporales» explicando los protocolos de actuación para la prevención del contagio del virus del VIH y de las hepatitis entre el personal sanitario. «Toda enfermedad comporta una dimensión psicológica», recordó Salvà y añadió que «el riesgo de contagio biológico es, sin duda, el más frecuente de los riesgos profesionales de los trabajadores de la salud y, dentro de este grupo, las inoculaciones accidentales son las que generan una mayor angustia y percepción de peligro».

En el mismo acto se procedió a la entrega de premios 2004 y de las distinciones «Cédula Fundacional 1788» a la Conselleria de Salut i Consum, por su continuo y decisivo apoyo a la academia que recibió Aina Castillo y a Roland Adam, miembro del Rotary francés por su apoyo a la restauración del mausoleo del doctor Orfila en Motparnasse.

En la edición de 2004 se han otorgado un total de diez premios, aunque la Reial Acadèmia de Medicina declaró desiertos los siguientes galardones: Fundación Mapfre Medicina de gestión sanitaria. Grup Fer de medicina veterinaria. Médicos Rosselló de urología y andrología. Sa Nostra «Caixa de Balears» de historia sanitaria de Balears. Caja de Ahorros del Mediterráneo de bioética y el premio de la Fundació Cabana de humanidades médicas.

Dausset
El premio Nobel de Medicina y Académico de Honor de la Reial Acadèmia, Jean Dausset, recibió emocionado el premio Fundació Mateu Orfila a la trayectoria de un profesional de la salud y fue el encargado de pronunciar unas palabras de agradecimiento en nombre de los diez premiados de 2004.

El profesor Dausset, que agradeció el galardón en castellano, apuntó en su intervención que «para mí representa un honor ver mi nombre asociado al de Mateo Orfila, aquel extraordinario científico poseído por el afán de aprender, de conocer y de compartir sus conocimientos» y añadió que el doctor Orfila era una persona dotada «de manera extraordinaria tanto para la música y el canto como para la oratoria, la docencia y la investigación, fue a la vez padre de la toxicología científica y reformador visionario de la sanidad».