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Eran pocos los visitantes valientes que ayer se atrevieron a subir hasta Lluc, después de que el Govern anunciara el pasado viernes serias restricciones de tráfico a los accesos de las carreteras de montaña. A diferencia de la pasada nevada del mes de diciembre, Lluc recibió a lo largo del día de ayer pocas visitas de foráneos.

Lo cierto es que muchos conductores quedaron sorprendidos al ver que tal y como se había anunciado en los puntos de Caimari-Lluc y Pollença-Lluc no se establecieron puntos de control y restricciones. Y es que, según informó un agente de la Guardia Civil situado en el Coll de sa Bataia, «todas las carreteras menos la de acceso a sa Calobra se mantienen abiertas porque están en buen estado».

A pesar de todo, las máquinas quitanieves estaban preparadas en el Coll de sa Bataia para salir a trabajar en cualquier momento. «Esta mañana las máquinas han tirado sal en la carretera PMV-2141 de acceso a sa Calobra porque estaba completamente helada, pero en el resto no hemos intervenido», comentaba uno de los operarios de carreteras del Consell, que durante la mañana de ayer hacía guardia en la zona del Coll de sa Bataia.

Los visitantes que acudieron al Santuari de Lluc en búsqueda de nieve, se quedaron un poco defraudados al ver que quedaba muy poca y decidieron continuar su viaje hasta el Gorg Blau y Puig Major.

A primera hora de la mañana Mery Torres, Carlos Pérez y Jhoanna Perero pasearon por los alrededores del Santuari de Lluc y jugaron con la nieve que quedaba. Sin ninguna pereza y con mucha valentía decidieron merendar en una de las áreas recreativas de Lluc: «Ya hemos visto la nieve y hemos merendado bien aquí, pero ahora queremos continuar con nuestro paseo», comentaban.

Por su parte, el alcalde de de Escorca, Antonio Gómez, comentó ayer que «algunos propietarios de bares y restaurantes me han hecho llegar sus quejas porque en los medios de comunicación se han anunciado hoy (por ayer) serias restricciones de tráfico que han alarmado a los visitantes, que no han subido hasta nuestro municipio». «He recorrido la carretera de los embalses y la de Caimari y están en perfectas condiciones, pero los bares y restaurantes no han hecho negocio», añadió el alcalde.