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La presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar (UM), se presentó ayer como «la presidenta de todos»; hizo hincapié en que el equipo que preside «gobierna para todos» y acudió al debate anual de política general con una prolija relación de las «cien soluciones» que el Consell ha dado a otros tantos «problemas» e «inquietudes» de «los mallorquines y mallorquinas». El PP, que sostiene al gobierno de Munar y gestiona el área de Servicios Sociales, mostró su coincidencia con la argumentación de Munar, mientras que para la oposición, la presidenta del Consell había presentado al debate con un «simple inventario» en que cabe de todo: desde actuaciones en carreteras a cuestiones de intendecia, como la compra de nuevo vestuario para los bomberos.

En su discurso, Maria Antònia Munar -que preside la institución desde 1995-, se refirió en varias ocasiones a dos cuestiones que considera centrales en su política: la aprobación del Plan Territorial (recordó que lleva hablándose de este asunto «más de 20 años» y consideró como algo positivo que no hubiera gustado a ninguno de los extremos del arco político) y la política de carreteras. En este punto, ya en el turno de contrarréplicas a los grupos, la presidenta celebró que el Govern «haya pasado de Madrid» a la hora de diseñar su política de carreteras. Apuntó a que ése es el camino, pues otra cosa sería «caer en el victimismo». En su discurso inicial, también abordó dos cuestiones que sobrepasan el día a día del Consell aunque luego apenas generaron respuesta de los grupos: la reforma del Estatut y el próximo referéndum sobre el proyecto de Constitución europea.

Munar defendió que Balears sea una «nacionalidad histórica», aunque no quedó ahí la cosa y añadió que además de «nacionalidad histórica» debe ser «europea». Habló en varias ocasiones de «comunidad nacional», si bien clarificó que esta definición se halla tan lejos del «regionalismo bien entendido» (utilizó el castellano para esta definición) como de «posiciones independentistas». Sobre la Constitución europea, la defendió efusivamente, si bien precisó que la aprobación de la misma no es «la meta», sino una etapa. La presidenta insistió en presentar a la institución que preside como la que da «soluciones» a los problemas e inquietudes de la ciudadanía. Se refirió a lo que llamó «top ten» de soluciones (Plan Territorial, mejores carreteras, Plan de Residuos, reapertura del Teatre Principal, la lototrote, las campañas a favor de la lengua, la promoción de productos mallorquines, una web del Consell con información turística, haber duplicado el presupuesto social y haber creado una red de refugios para proteger la naturaleza) y luego añadió «otras 90». En este punto incluyó desde las obras de carreteras, a las subvenciones municipales, pasando por la rehabilitación de molinos de viento, los acuerdos con el Ministerio del Interior para rehabilitar casas cuartel, la celebración de la Diada, la candidatura para que Mallorca sea seade del campeonato del mundo de trot, el plan de prestaciones básicas, las acciones formativas para jóvenes y algunas actuaciones de S'Institut. Munar concluyó con una llamada al consenso y pidió separar la imagen del Consell de la de los partidos que lo conforman.