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Sucedió el pasado domingo, en la finca pública de Son Amer, en Lluc-Escorca. Siguiendo la Ruta de sa pedra en sec, que comienza en el Port d'Andratx y termina en Sóller, un grupo de Voluntaris per Mallorca, adscritos a la Conselleria de Medi Ambient del Consell de Mallorca, dedicaron la jornada a limpiar parte de la finca y a reparar algunos -bastantes- metros de su pared seca, concretamente la perteneciente a Es tancat de ses cabres.

Como su nombre indica, Voluntaris per Mallorca está formada por voluntarios -ya alrededor de trescientos- que no siempre son los mismos y que a veces son de diversas nacionalidades, como cuando hace tres semanas llevaron a cabo unos trabajos de limpieza en el jardín botánico del Monasterio de Lluc, en el que contamos hasta cuatro nacionalidades distintas: rusos, peruanos, cubanos y argentinos, además de gente de la Isla. El pasado domingo la noticia estuvo en que entre el grupo de voluntarios que estuvieron trabajando a las órdenes de la coordinadora, Ventura Sunyer, se encontraban unos diez chavales de edades comprendidas entre los dos y los diez años, cuyos padres, según nos comentaron, los llevaron allí con el fin de que se fueran concienciando respecto al medio ambiente, que tan mal estamos tratando.

A mediodía, todos se reunieron en la terraza del porche forestal, dentro de la misma finca, para dar cuenta de una torrada. Por la tarde, mientras unos recogían bellotas para plantarlas mas adelante -seguramente en una próxima salida-, en el refugio de es Tosals Verds, otros -sobre todo los que salían por primera vez- visitaron una caseta de carboners, construida por un monitor hace un año, ya que entre las misiones de Voluntaris per Mallorca, además de limpiar, está conocer la Isla, sobre todo cuanto tenga que ver con el entorno de la citada Ruta de sa pedra en sec.

Michels