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La duda que tienen los estudiantes acerca de por qué un avión se mantiene en el aire se está despejando gracias al programa didáctico que la Fundación Aeronáutica Mallorquina lleva a cabo en sus aulas del Aeroclub de Son Bonet. Esta vez fueron los alumnos del Colegio Santa Mónica quienes visitaron el simulador y los hangares. El recorrido sirvió para que los pequeños subieran a un avión, tocaran alas y motores y preguntaran las cosas más curiosas que se presentan ante un tema apasionante que desde hoy algunos ya sabrán contestar. 'Y yo qué sé por qué vuelan los aviones', contestó un joven con seguridad, para agregar luego que quizás vuelan porque el aire los sostiene. Una niña, sujeta con los cinturones de seguridad como pasajera en el simulador de Airtec, contestó con toda confianza que eran las alas y los motores, junto con el piloto, los que hacían volar al aparato.

Miguel Buades, Fortunato Lazaran, Francisco Nicolau, Nelson Juan con su helicóptero y el mecánico Guillermo Company fueron los guías de la visita que cumple con el programa que la Fundación lleva a cabo gracias al apoyo del Consell Insular de Mallorca y algunas empresas del sector aeronáutico mallorquín. El lugar y las formas elegidas por los instructores de la Fundación hacen que los contenidos lleguen fácilmente y las redacciones posteriores a las charlas muestran que muchos detalles han quedado grabados en la memoria. Es un acercamiento lúdico a una profesión que para un estudiante de esta edad, está lejana en el tiempo y aún más distante en los detalles del conocimiento científico. La clase teórica es el comienzo de la visita, una charla frente a un monitor que muestra los primeros aviones que llegaron a las islas y los precursores de nuestra aviación civil.

El simulador es el segundo paso, mirar y tocar los instrumentos de navegación y comprender cuál debe ser el comportamiento de los pasajeros dentro de un avión. Esto eleva a los estudiantes al cielo virtual, para finalizar la excursión con la visita a los hangares y un apasionante momento como piloto imaginario. Las respuestas cambian a medida que avanzan las explicaciones de los expertos, la más clara de todas fue: «Los aviones vuelan para irse a algún lugar, por los botones y las alas».

Oscar Pipkin