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Una conferencia del catedrático de Didàctica i Organització Escolar de la UIB, Jaume Oliver, abrió ayer las I Jornades sobre el Sistema Educatiu de les Illes Balears. Oliver fue presentado por Joan Jordi Muntaner y Rosa Rosselló, director y subdirectora del Institut de Ciències de la Educació de la UIB. Oliver, en una prolija exposición, destacó que «durante el siglo XX, Balears no ha tenido un período superior a 5 años de satisfacción cuantitativa y cualitativa en materia educativa. Se aplican soluciones parciales, pero siempre surgen otras necesidades». El catedrático desgranó las problemáticas que afectan a la educación en las Islas: insuficiencia casi permanente de infraestructuras, equipamientos y recursos materiales; dificultades en el ejercicio de la profesión docente; resultados académicos deficientes, con Balears entre los puestos más bajos de los rankings educativos; problemas sociales en los centros docentes, agravados con la inmigración; y falta de valoración social de la educación.

Asimismo, Jaume Oliver enumeró algunos indicadores referidos a estas problemáticas, tanto de carácter educativo como extraeducativo: alto nivel de abandono escolar en Secundaria; problemas de comportamiento y violencia en los centros; incremento de la población escolar «inadaptada», en referencia a los inmigrantes; desmoralización del profersorado; y baja tasa de universitarios, en concreto la tercera más baja del Estado. Respecto a este último aspecto, Oliver destacó que «la baja población universitaria de Balears no está provocando ninguna alarma, lo que muestra el débil impacto social de la UIB. Resulta difícil competir ante los constantes reclamos de consumo 'de baja y alta intensidad' y la posibilidad de acceder en las Islas a un sueldo rápidamente, por la importante presencia de empresas de servicios, aunque sea ocupando un lugar de trabajo poco cualificado».

Asimismo, el conferenciante resaltó que algunas soluciones las puede poner en marcha la comunidad educativa, tanto en lo académico como en la gestión, pero poco puede hacer ante hechos como la demografía, el modelo económico imperante o la falta de prioridad política para la educación. En este sentido, Oliver lamentó la falta de un diagnóstico global para los centros educativos de Balears que haga aflorar las causas de las deficiencias y unas propuestas concretas de mejora.