El president del Govern, Jaume Matas, acusó ayer al Partit dels
Socialistas de les Illes Balears (PSIB-PSOE) de haber utilizado
durante la anterior legislatura el llamado «caso Formentera»
(presunta captación de votos en Argentina y Uruguay para forzar un
vuelco electoral a favor del PP en 1999) para su eliminación
política. Según la versión que Jaume Matas dio ayer en el
Parlament, el Tribunal Supremo había dictaminado su «inocencia».
Esta afirmación, en respuesta a una pregunta de la diputada
socialista Francina Armengol, provocó abucheos, gestos de
desaprobación y expresiones como «mentira, mentira» entre los
escaños de la oposición. Matas llegó a hablar de una «campaña
política y mediática», acusó al PSOE de haber utilizado el
Parlament para montar una «comisión investigadora» que no fue más
que un paripé y añadió que «ustedes ya me hubieran condenado y
matado».
El «caso Formentera», escándalo político que dominó toda la
pasada legislatura, regresó ayer al Parlament de la mano del PSOE
balear, que planteó cuatro preguntas relacionadas con las últimas
gestiones judiciales realizadas en Argentina y que han aportado
nuevas revelaciones. Para Armengol, Pilar Costa y Antoni Diéguez
(que intervinieron en nombre de los socialistas), de las
conclusiones de las gestiones de la comisión judicial (que aún no
ha aportado conclusiones) se desprende la incriminación del PP y de
Matas. El president negó este extremo y acusó a los socialistas de
«instrumentalizar la justicia». Según Diéguez, Matas había actuado
como «el Capitán Araña», es decir como el que embarca a su tropa y
se queda fuera cuando hay peligro.
La vicepresidenta del Govern, Rosa Estarás, y el portavoz de
Ejecutivo, Joan Flaquer, también respondieron a preguntas sobre la
presunta captación irregular de votos a favor del PP utilizando el
Censo de Residentes Ausentes (CERA) de Balears en Argentina. Ante
una acusación, tomada de las declaraciones de las personas
interrogadas por la comisión judicial, Flaquer negó que el PP
pagase entre los años 1998 y 1999 a jóvenes para que aconsejaran a
ciudadanos argentinos del censo de extranjeros ausentes que votasen
a la lista electoral de la Asociación de Independientes Populares
de Formentera (AIPF). La AIPF se presentó en Formentera inspirada
por el PP y su candidato fue votado por el 90% de los argentinos
que emitieron sus sufragios por correo en esa isla en 1999. Para la
diputada Armengol «eso es muy sospechoso» y sólo se explicaría por
la existencia de una «trama organizada». Con cierta displicencia,
Matas echó en cara a los socialistas y a los partidos del Govern
del Pacte de Progrés que pese a pasarse una legislatura
«investigando al PP», no consiguieron nada en las elecciones de
2003 donde el Partido Popular recuperó la mayoría absoluta. El
debate relativo al «caso Formentera» fue el de mayor intensidad de
los que ayer se vivieron en el Parlament, donde también hubo
momentos de tensión en otros puntos del orden del día. En varios
debates, los populares intentaron restar legitimidad al PSOE a la
hora de efectuar denuncias concretas y el diputado socialista
Antoni Diéguez y el conseller José María Rodríguez (Funció Pública
i Interior) protagonizaron uno de sus habituales enfrentamientos,
esta vez por las medidas de seguridad en las playas de Balears.
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