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Un grupo de vecinos de la cantera Can Barceló de Palma declaró ayer ante el tribunal de la Audiencia Provincial que la contaminación de los terrenos por los vertidos incontrolados arrojados «en años» les obligó a emplear caretas antigás, además de suponer «un grave peligro para la salud».

Los afectados relataron ante los magistrados, en la tercera jornada del juicio contra los hermanos Monserrat y Pedro Barceló Reus por un presunto delito contra el medio ambiente, que tuvieron que acudir a diversos centros de salud por dolencias atribuibles a «la emanación de gases tóxicos, la contaminación de los pozos y un hedor insoportable, especialmente en verano», dijeron.

Ayer prestaron declaración Juan José Tur, Miguel y Sebastián Vallespir, Margarita Durán, Magdalena Alomar y el presidente la Asociación de Vecinos de la Platja de Palma, Francisco Nogales. «Denunciamos esa situación ante las autoridades competentes en decenas de ocasiones durante años, intentamos dialogar con los responsables de Limpiezas Barceló (los acusados), pero todo fue inútil», señalaron. «No se podía vivir, permanecíamos encerrados en la casa y salía espuma de debajo de la tierra. Dos de mis perros fallecieron tras beber agua contaminada», relató Magdalena Alomar.