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El biólogo italiano Giuseppe Ferraro ofreció el pasado jueves una conferencia titulada «El poder curativo de la arcilla» en el centro naturista Yerbabuena, en la que habló sobre la sorprendente cantidad de aplicaciones de la arcilla como elemento sanador y de ayuda en el mantenimiento de la salud. En una entrevista concedida a Ultima Hora, el doctor explicó que este elemento aporta sales minerales y oligoelementos al organismo humano. Así, la arcilla tiene dos propiedades básicas: estéticamente, para mejorar la piel y combatir todas su imperfecciones, y como elemento terapéutico.

La forma de aplicación de este producto depende de su función. Así, cosméticamente se aplica en forma de mascarilla o echando un poco en el baño y de este modo penetra en la piel y aporta todos los valores. En forma de mascarilla actúa localmente en la cara, mientras que aplicada durante el baño trabaja sobre todo el cuerpo. Para uso curativo, puede tomarse diluida en un vaso de agua. En este último caso, la arcilla es distinta y se la conoce con el nombre de «ventilada activa», que ha sido esterilizada y tratada para uso interno. Ésta se utiliza como un medicamento homeopático.

En ambos casos, no se trata de una arcilla simple sino que es especial, concretamente es propia de Sicilia y tiene una media de 16 millones de años. «Cuando juntamos este elemento con el agua, se vuelve blando y tierno. Ésta es la prueba elemental de que la arcilla está viva, porque si cogemos un fósil y realizamos el mismo procedimiento se quedará igual. Esta fuerza viva la transmite a los tejidos humanos cuando se aplica», explica Ferraro. También es un potenciador antiedad que mantiene los tejidos elásticos y jóvenes.

S. Coquillat