Los nuevos propietarios de Bon Sosec se han marcado como objetivos
principales rentabilizar esta infraestructura, potenciar su imagen
y mejorar todos sus servicios. «Creemos que los antiguos gestores
no veían en esta infraestructura como un negocio o actividad
comercial, de ahí que ello se reflejara en su trayectoria y
mantenimiento. Queremos sanear Bon Sosec en todos los aspectos,
porque pensamos que es un cementerio moderno, práctico, cómodo y
muy bien conectado», apuntaba ayer el representante legal de los
compradores, el abogado Joan Feliu.
Ayer se produjo la primera visita de Feliu a las instalaciones,
donde mantuvo contactos con algunos trabajadores. «Hasta que no se
nombre el director del cementerio, que está siendo elegido en estos
momentos por la propiedad, habrá que preparar el terreno en todos
los aspectos. Lo primero, será ponernos en contactos con los
propietarios de unidades de enterramiento, con la finalidad de
establecer una comunidad de propietarios que mejore el servicio.
Esto es lo prioritario, porque una vez venga el nuevo director de
explotación, que será después del verano, queremos que tenga todo
el tiempo para dedicarse a la gestión», indicó Feliu.
La propiedad, compuesta por una sociedad mixta formada por
capital mallorquín y peninsular, compró a mediados de este mes Bon
Sosec a la Banca March por 9 millones de euros, pero no así el
Tanatorio que se encuentra ubicado dentro de sus instalaciones, que
es propiedad del Ajuntament de Palma.
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