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A.G.
El magistrado juez del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Palma, Víctor Fernández González, ha sentenciado que la conducta del periodista Bartolomé Ferrà «es abusiva», «contraria a buena fe» y que «se encuadra dentro de lo que la legislación vigente recoge como fraudulenta de los derechos de terceros». En consecuencia, le ha condenado a no usar la marca «El discreto encanto de la vida», de la que se dice propietario; a resarcir al perjudicado, y a pagar las costas del pleito que él inició. También ordena que la titularidad de la citada marca deje de ser suya y se inscriba a nombre de la sociedad mercantil Hora Nova S.A., editora de Ultima Hora.

El periodista Bartolomé Ferrà presentó una demanda contra Hora Nova al estimar «violado» su derecho de propiedad. Ferrà inscribió en el año 2002, en la Oficina Española de Patentes y Marcas, el título «El discreto encanto de la vida», que da nombre a una sección del periódico. El periodista adujo que él fue el creador del nombre, que apareció publicado por primera vez junto a su firma en 1974 y, por tal motivo, exigió una indemnización de 600 euros por día transcurrido y otra por daños y perjuicios equivalente al 1 por ciento de la cifra de negocio de la empresa editora.

Hora Nova, por su parte, demandó ante el juez a Ferrà por tener pretensiones «abusivas». El abogado Bartolomé Tous arguyó que Ferrà no era el autor del título en litigio, y que su conducta era «desleal» con la empresa en la que había trabajado.

En el transcurso del juicio quedó de manifiesto, por el testimonio de los periodistas que engrosaban la Redacción de Ultima Hora en 1974, que la sección «El discreto encanto de la vida» fue una de las que se puso en marcha con el rediseño general del periódico. El título fue tomado de la película de Buñuel «El discreto encanto de la burguesía», pero el editorialista Pere Bosch, ya fallecido, sugirió cambiar «de la burguesía» por «de la vida» para evitar posibles complicaciones de marca. Ferrà sólo la firmó durante dos meses y, desde entonces, han escrito en ella muchos responsables. El magistrado se extraña de que Ferrà no inscribiera el título hasta casi 30 años después, y tacha de «extremadamente curioso» que tampoco hiciera la reclamación durante una segunda etapa en la que trabajó en el periódico, de 1986 a 1994, cuando en «su» sección firmaban otros periodistas.

También cuestiona el magistrado que Ferrà asegurase en el juicio que su intención no era explotar la marca, sino «protegerla» sin obtener por ello un «rendimiento económico» cuando, por otro lado, «reclama 500.000 euros a quien ha utilizado la marca de forma pacífica desde hace treinta años».

«Tratar de obtener un beneficio injusto a costa de un tercero, atribuyéndose la autoría de algo que no le corresponde por ostentarlo terceras personas o entidades, verdaderos creadores de la marca, es una conducta realmente reprobable que merece el rechazo de este juzgador. La conducta de D. Bartolomé Ferrà es abusiva, contraviene la más elemental confianza depositada en él por Hora Nova», sostiene el magistrado, el cual desestima «todos y cada uno de los pedimentos formulados» por Ferrà y le condena, además, a insertar en la edición local del diario «El Mundo» y en «Diario de Mallorca» el fallo, para resarcir a Hora Nova S.A. de las «publicaciones engañosas» realizadas por él mismo.

La sentencia ocupa trece folios, y en ella aparecen numerosos fundamentos jurídicos y doctrinales. Ante ella cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial en un plazo de cinco días.

El juicio por esta causa tuvo lugar el pasado 14 de marzo. El director de Ultima Hora, Pedro Comas, compareció como representante legal de la empresa.