TW
0

La Empresa Funerària Municipal (EFM SA), a la vista del cambio de propiedad en la sociedad mercantil Bon Sosec SA y la intención de llevar a cabo por parte de los nuevos inversores un plan de mejoras y mantenimiento de la infraestructura del cementerio privado ubicado en Marratxí, está abierta a todas las opciones que le planteen los nuevos gestores, entre los que no se descarta la venta del edificio donde están ubicados el tanatorio y los dos crematorios, así como otros servicios complementarios y el de restauración. El Ajuntament de Palma adquirió hace unos seis años, a través de EFM SA, a la Banca March el edificio donde está ubicado el tanatorio y los crematorios, por un montante económico de seis millones de euros, solventándose los problemas de gestión que tenía entonces el cementerio privado.

A la vista de la inversión realizada en la compra de Bon Sosec, en torno a los nueve millones de euros, los nuevos propietarios, con el fin de poder potenciar su actividad empresarial, tienen tres alternativas posibles: crear una sociedad mixta con EFM, para así explotar todos los servicios; alquilar el tanatorio y crematorios al Ajuntament, con el consiguiente impacto económico, y, finalmente, la compra. El Ajuntament y los nuevos gestores de Bon Sosec mantendrán reuniones para dilucidar qué vía eligen o seguir en la actual dinámica.

La sociedad EFM se convirtió en el gestor de esta infraestructura, ofreciendo dicho servicio a los propietarios de las unidades de enterramiento de Bon Sosec, habitantes de Palma y del resto de municipios de la Isla. Los actuales propietarios, cuyo capital está formado por inversores mallorquines y peninsulares, ya ha anunciado a través de su representante, el abogado Joan Feliu, que la nueva administración quiere llevar a cabo un plan de mejoras y mantenimiento del cementerio, «que permita recuperar sus magníficas instalaciones y, por tanto, prestar el mejor servicio a las familias que deseen mantener por tiempo indefinido el recuerdo de sus seres queridos. Se procederá también de inmediato a convocar a todos los propietarios de unidades de enterramiento, con el objeto de establecer una comunidad de propietarios que permita garantizar un inmejorable servicio y una óptima comunicación».