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La tensión y la crispación volvieron a ser, como había ocurrido ya en sesiones anteriores, la nota dominante en el pleno celebrado ayer en el Ajuntament de Palma. En esta ocasión, el detonante fueron dos propuestas presentadas de manera conjunta por el PSOE y EU-EV. La primera hacía referencia a «la recuperación de la memoria histórica de todos aquéllos que murieron por sus ideas y por la libertad». Mientras los portavoces del PSOE, Antoni Roig, y de EU-EV, Eberhard Grosske, señalaron que su propuesta no era revanchista ni tampoco iba contra nadie, posición que fue apoyada por el portavoz del PSM, Pere Muñoz, el edil del PP Carlos Veramendi indicó que podía abrir «viejas heridas» y que, por tanto, era conveniente «pasar página» en lo referente a la Guerra Civil. Asimismo, indicó que el PP había realizado en distintos municipios donde gobernaba actos de homenaje a políticos republicanos.

No obstante, las mayores diferencias llegarían al debatirse la segunda propuesta, relativa al homenaje realizado el pasado 2 de marzo al último alcalde republicano de Palma, Emili Darder, que fue condenado a muerte y fusilado el 24 de febrero de 1937 por las fuerzas sublevadas contra la II República en julio de 1936.

Tanto Roig como Grosske acusaron al equipo de gobierno municipal, que preside la popular Catalina Cirer, de haber planteado el homenaje sin el debido sentido institucional y sin mucha convicción por parte del PP. El portavoz rojiverde reiteró que Cirer no había estado presente en el homenaje «porque vio por televisión un partido de fútbol entre el Villarreal y el Mallorca». La alcaldesa negó que hubiera visto el partido, y añadió que el PP, en contra de lo afirmado por Grosske, no tenía ninguna razón política para no estar presente en dicho acto.

Sin embargo, la intervención más crítica fue la del portavoz del PSM, Pere Muñoz, pero no contra el PP, sino contra el PSOE y EU-EV. Muñoz pidió de forma explícita que sus palabras no constasen en acta, y a continuación afirmó que para el grupo socialista y para la coalición rojiverde «cualquier excusa es válida para criticar al PP con independencia del daño que se pueda hacer a la figura de Emili Darder». Asimismo, indicó que no creía necesario que se crease un premio dedicado a la figura del último alcalde republicano, ya que la Obra Cultural Balear ya otorgaba uno con esta denominación. Por último, señaló que debía reconocerse que Cort, «por primera vez y con el PP», hubiese homenajeado a Emili Darder.

El edil de Educació i Cultura, Rogelio Araújo, se pronunció en el mismo sentido, si bien reconoció que el homenaje podía ser mejorable en futuras ediciones. Finalmente, Roig y Grosske criticaron que Cirer no les hubiese concedido un nuevo turno de réplica, por alusiones, para poder contestar a las palabras de Muñoz.