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La vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs, anunció ayer que el Ejecutivo ha decidido retirarse de la negociación del nuevo convenio de carreteras para ceder todo el protagonismo a los Consells. A partir de ahora serán las instituciones insulares quienes negocien, proyecten y ejecuten la totalidad de las obras de carreteras en sus respectivos territorios, «en aras al consenso», según aseguró Estaràs. El propio Jaume Matas opinó que la propuesta será «una agradable sorpresa para los Consells» y recalcó que «lo importante es que se consiga el dinero de carreteras».

El Govern ha ido más allá e incluso ha encargado un informe a sus servicios jurídicos que asegura que los consells pueden recibir la encomienda de gestión con el fin de adelantar las obras. «El Govern da un paso atrás para dar todo el protagonismo a los Consells», añadió. A preguntas de si la retirada del Govern se debían a las críticas de UM por la mala negociación en la materia, la vicepresidenta se limitó a contestar que como el Govern está seguro de que los consells negociarán «muy bien», todos quedarán «encantados».

El Ejecutivo intermediará para que los consells puedan hacer las obras que consideren prioritarias, que, en el caso de Mallorca, son el segundo cinturón (103 millones de euros), el tercer carril de la Vía de Cintura (19 millones), la variante de Son Servera (7 millones). A estas obras a corto plazo se suman, a largo plazo, el soterramiento del Passeig Marítim (100 millones), el tercer carril de la autopista a Inca entre Alcampo e Inca, y las variantes del Port de Pollença, Sineu, norte de Inca, Sencelles y Porto Cristo.