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Joan Carles Palos (Himalaya)
Hacia el campo base. Los expedicionarios recibieron ayer sin problemas el material que necesitan para llevar a cabo su aventura. Su objetivo es ahora llegar al campo base, lugar de encuentro internacional y verdadera torre de Babel, en el cual se juntan expediciones de todo el mundo que quieren conquistar la diosa madre. Los mallorquines que integran la expedición «Mallorca a dalt de tot. Everest 2005» están camino hacia Nanche Bazar (3.440 metros), donde permanecerán dos días para conseguir una perfecta aclimatación. La expedición se encuentra en el ecuador detrekking que los llevará de Lukla hasta el campo base del Everest, a 5.400 metros.

Todos los tropiezos de los últimos días, especialmente los relacionados con el equipo, ya se han resuelto, y la expedición esperaba impaciente la mañana de ayer el material de montaña en el aeropuerto de la pequeña localidad del valle de Khunbu. La expedición continúa su trayecto con normalidad, y ya pueden contarse muchas anécdotas de lo que llevamos de viaje. Por ejemplo, que los mallorquines coincidieron en el aeropuerto de Katmandú con el presidente de la Federación iraní de montaña, Sabegh Aghajani, que les dio detalles de la primera expedición mundial de mujeres musulmanas al Everest.

El grupo está integrado por siete mujeres y ya se encuentra en el campo base. La noticia fue recibimiento con expectación por la expedición mallorquina, que coincidirá con ellas y compartirán probablemente cuerda. Pero ésta no es la única anécdota, y en días sucesivos informaremos de historias como la de las «natilles» de Tolo Calafat, y otras más enigmáticas como la del escalador Jesús Calleja, un castellanolleonés que es uno de los pocos privilegiados que afirma haber podido ver al Yeti.