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El próximo domingo se celebran en el País Vasco comicios autonómicos. Los candidatos a lehendakari de los distintos partidos y coaliciones que se presentan a las elecciones vascas han comenzado la última semana de campaña con apelaciones al voto útil de los ciudadanos con derecho a sufragio.

Aitor Echevarria -natural de Bilbao y propietario del restaurante Aitor, en Palma- asegura que «sigo atentamente la campaña por televisión. Lo primero que hace falta es que gane la paz. Los de aquí, los que vivimos en Ciutat, debemos pensar sobre todo en los de allí. No tengo preferencias políticas, aunque a mí me gustaría que, por el bien del país, ganase el PNV, pero sin mayoría absoluta, en coalición con otra fuerza. Creo que es bueno que el gobierno no sea monocolor, que se tengan que pactar las cosas. El exceso de poder no es bueno para nadie. Sobre la precampaña, creo que no ha sido de las más duras. Por ahora no ha habido signos de violencia, lo que es una buena señal. He visto y respirado normalidad». Sobre Ibarretxe asegura que «me caía bastante peor Arzallus».

Mientras tanto, desde Balears, numerosos ciudadanos vascos que han fijado su residencia en las Islas, siguen con gran interés la campaña.

Mientras tanto, en la Euskal Etxea Artea -la casa vasca de Mallorca, en el popular barrio de Coll d'en Rabassa- la campaña también es seguida con mucho interés. Su presidente, Antoni Gorrías, asegura que «en los estatutos de la asociación se dice que en la asociación no puede haber política. La asociación no puede estar marcada bajo ningún signo político. Aquí hay gente de muy diversas tendencias. Lo decidimos así, y respetamos siempre esta decisión».

Itxaso Esna, natural de Santurce y desde hace ocho años residente en Palma, dice que «en la asociación, cada uno vive a su manera la política. En la asociación hay nacionalistas y no nacionalistas, gente de derechas o izquierdas, pero todos con algo en común: somos vascos. Cada uno puede expresar su opinión personal, pero no a nivel de asociación. Personalmente, creo que en cualquier comicio debe prevalecer la libertad de expresión. Pero en estas elecciones, esta libertad no ha prevalecido. No se ha respetado la opinión de todo el mundo, concretamente la de un partido determinado. Y que conste que no soy de ese partido».

Pedro Jarones proviene de Vitoria y es miembro de la Euskal Etxea. Reafirma lo ya conocido: «La asociación es apolítica. Seguimos la campaña política como si fuese un partido, aunque somos conscientes de la trascendencia del evento. Quien quiere hacer un comentario, lo hace. La campaña por ahora está siendo bastante tranquila, aunque ha habido algún que otro rifi-rafe, como el tema de la 'expulsión' de la antigua HB. Pero por lo general, ha trascurrido de forma pacífica y sin sobresaltos».

Gorrías concluye: «Más que nada los vascos deseamos una solución pacífica. Estamos cansados de la violencia. En Mallorca, nuestra asociaciación busca la convivencia entre todos los ciudadanos vascos. Y creo que lo hemos conseguido. Aquí se respira un buen clima de cordialidad».

Las encuestas, que cuestionan también que el tripartito PNV-EA-EB alcance la mayoría absoluta, auguran el crecimiento del PSE-EE, que lograría la segunda posición al superar al PP, que sufre un descenso respecto a 2001, y la mejora en sus resultados de Ezker Batua, mientras que Aralar podría obtener un escaño.

En cuanto al Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK-PCTV), los sondeos le otorgan de 2 a 5 parlamentarios.

En las pasadas elecciones vascas de 2001, la victoria fue para PNV-EA con 33 parlamentarios seguido del PP con 19, el PSE-EE obtuvo 13, Batasuna logró 7 y Ezker Batua, 3.