TW
0

Joan Carles Palos (Everest)
Hace quince días que llegaron al campo base y ya han instalado el segundo campo de altura a 6.400 metros. Se trata de la primera expedición de mujeres musulmanas al Everest, aunque van acompañadas de otros siete escaladores, todos profesionales. Su idea es hacer cumbre a mediados del mes de mayo. «Cuando logramos una cumbre nos sentimos más cerca de Dios», declaró F. Sadegh, la líder y portavoz del grupo de mujeres escaladoras.

Durante un breve encuentro de diez minutos, concertado previamente y en el que estaban presentes los 20 componentes de la expedición iraní, Sadegh nos explicó que todas ellas son escaladoras profesionales y que la mayoría ya había tenido algún contacto previo con las montañas más altas del Himalaya. La escaladora iraní se refería a la montaña y el alpinismo como «una forma de entender la vida, sin la cual casi nada tendría sentido».

En este aspecto, Sadegh quiso dedicar esta ascención a todas las mujeres musulmanas del mundo. «Nada de todo esto rompe con nuestra cultura y religión», declaró en un escenario -la tienda comedor de la expedición, ubicada en una parte elevada del campo base- llena de imágenes y símbolos islámicos. En cuanto al hecho de que, aun siendo una expedición estatal exclusivamente femenina, hubiera otros siete hombres que las acompañaban hacia la cima, Sadegh nos dirigió al presidente de la Federación Iraní de Montaña, Sadegh Aghjani. Éste se limitó a responder con una sonrisa.