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Quinientas plazas para estudiar inglés o alemán durante tres semanas en Gran Bretaña, Irlanda o Alemania son las que concede el Govern Balear con el Pla Europa, en su gran mayoría dirigida a gente joven y en paro de les Illes Balears. Y hasta Londres y Oxford hemos viajado para comprobar cómo viven y perfeccionan su inglés un grupo de mallorquines. Jara, Vanesa, Laura y Cecile son cuatro jovenes de 22 y 23 años. Llegaron el pasado domingo por la mañana al aeropuerto de Gatwick. Prácticamente se tardan dos horas de vuelo directo. Las cuatro chicas recogen las maletas y salen por la puerta de llegadas, donde las espera un guía de Aspect, que es la organización que coordina a través de OEC (Oci, Educació i Cultura) dicho viaje, que les llevará hasta las casas de las familias donde cada una de ellas estará alojada las próximas tres semanas.

Desde el aterrizaje poco hablarán en castellano o mallorquín puesto que en todo momento se encontrarán con profesorado y nuevos amigos que sólo hablan inglés, por lo cual han de tener unos conocimientos básicos del idioma. Una vez en el microbús las chicas se presentan e intercambian los números de teléfono móvil. Jara Aguado es estudiante de Turismo. Tiene 23 años de edad y es la primera vez que sale a estudiar fuera de casa. «Estaba buscando, -comenta Jara- algo para estar un año estudiando en Alemania o Inglaterra, y me salió esta oportunidad». Vanesa Bisbal es una joven de 22 años que reside en Marratxí. Se enteró del Pla Europa a través de una amiga y se muestra un poco nerviosa, no por lo que deja en Mallorca, sino, como ella dice, «por lo que me encontraré aquí». Otra de las chicas es Laura Cañellas, de Santa Maria. A sus 22 años tiene previsiones de trabajo en un hotel de Palma y quiere perfeccionar el inglés. Estuvo anteriormente trabajando como au pair cuidando niños, «la verdad, que me junté con gente española e hispana y no aprendí mucho, así pues esta vez me quiero centrar». Cecile Marchal es de Sencelles, tiene 23 años y mientras hacía el curso de azafata de vuelo conoció esta oportunidad. Desde Gatwick hasta Norbury, donde la familia Uccheddu esperaba a Jara, hay alrededor de una hora de camino. Al llegar Jara se encontró que tuvo que esperar ya que la familia había salido a comprar y no estaba en casa. Luego le tocó el turno a Vanesa, Laura y Cecile. Por cierto, a Cecile se le olvidó comentar a su nueva familia que es vegetariana. Las chicas dispondrán de alojamiento y media pensión totalmente gratis, pero tendrán que sufragarse los gastos de traslados en bus, metro, tren y el prohibitivo taxi.
Julián Aguirre