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Hoy es un día triste para la expedición mallorquina en el Everest. «Jopela» se retira al hospital de Periche, para recuperarse de su afección pulmonar, que podría derivar en un edema si no se cuida bien. La decisión, siempre dura, la tomó el alpinista por recomendación del médico de la expedición, Jaume Borrás, después de una larga conversación telefónica de doce minutos. Jopela tendrá que permanecer un par de días en el centro del Himalayan Rescue Association (HRA), hecho que le podría suponer tener que renunciar a cualquier opción a hacer cima. Sin embargo, la única posibilidad de mejorar es perder altura y permanecer por debajo de los 4.000 metros al menos una semana. Ayer al mediodía se vivieron escenas emocionantes en el campo base. Aunque «Oli» y «los dos Tolos» (Quetglas y Calafat) todavía confían poder coronar el Everest «los cuatro juntos». Sin embargo, por muy pronto que se recupere, «Jopela» habrá perdido cerca de 15 días de aclimatación. Los expedicionarios tienen previsto hacer cumbre entre el 17 y el 25 de mayo.

Ayer mismo, los sherpas subieron hasta el campo II unas 40 de las 76 botelles de oxígeno que se utilizarán para atacar la cima. Mientras tanto, la animación ha vuelto al campo base. La mayoría de expediciones -unas 300 personas, entre sherpas y alpinistas- se empezaron a replegar ayer por la tarde para resguardarse de la potente tormenta que se espera para hoy.

Así lo hicieron Oli y «los dos Tolos» que, después de haber dormido a 6.400 metros en el campo II y haber hecho una aproximación hasta los pies del III, bajaron rápidamente hasta el campo base. Mientras tanto, la atronadora voz del Khumbu se hizo sentir por toda la «ciudad de nilón». Por otra parte, los miembros de la expedición aprovecharon también el día para probar las máscaras y reguladores que utilizarán con el oxígeno los últimos días de ataque a la cima.

Joan Carles Palos