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Cada vez entiendo menos a estos occidentales», afirmó ayer Pasang Sherpa, «sirdar» o jefe de los sherpas de la expedición mallorquina al Everest, al ver a Jopela «aparentemente» recuperado del principio de edema pulmonar que le habían diagnosticado el martes pasado. Mientras tanto, una nueva tormenta de nieve rodea el Campo Base, a 5.300 metros de altura, en los pies de la cascada de hielo del Khumbu. Una pócima milagrosa, inspirada en las recomendaciones de la International Association Altitude Mountain (IAAM), le dio fuerzas suficientes al escalador para desobedecer las órdenes del médico de la expedición, Jaume Borrás Simonet, quien le había ordenado permanecer una semana por debajo de los 4.000 metros y negarse a abandonar el Campo Base. Sin embargo, Jopela reconoció ayer sentirse «presionado» para seguir adelante y, por eso, descartó bajar al hospital de Periche y someterse a tratamiento.

El «tratamiento de choque» al que se sometió antes de ayer consistió en 8 mg. de dexametasona, 10 mg. de nifedipino, 250 mg. de acetazolamida y unas inhalaciones de salbuterol, un cóctel de medicinas que le otorgó en tan sólo 24 horas un estado de bienestar absoluto. Conviene recordar que hace tan sólo dos días, el expedicionario casi no podía respirar, cualquier pequeño esfuerzo era un drama y además sufría de una tos insoportable. Pero ayer Jopela había revivido. Está claro que los próximos días serán decisivos para dictaminar definitivamente el estado de salud del escalador y, al mismo tiempo, sus posibilidades de estar junto al resto del grupo en su intento de hacer cumbre en el techo del mundo. Los próximos días también serán decisivos para dictaminar si la actitud de Jopela es de auténtico coraje o de pura inconsciencia.

Cabe decir que la situación es compleja, ya que si bien los compañeros de expedición entienden su posición, no la comparten completamente. Por suerte, la actitud solidaria y respetuosa de Oli y «los dos Tolos» no está afectando a la cohesión del grupo. Mientras tanto, la expedición inicia un nuevo periodo de descanso de cinco días. Las últimas predicciones meteorológicas desaconsejan cualquier intento de progresión hacia el Campo III (7.200 m.) -siguiente paso del grupo- a través del Valle del Silencio hasta la pared del Lothse, ya que en los próximos días se esperan fuertes precipitaciones en forma de nieve y fuertes vientos en torno al macizo del Sagarmatha/Txomolungma. Oli, «los dos Tolos» y ahora también Jopela tendrán que esperar hasta el domingo para tomar una decisión al respeto. En aproximadamente tres semanas se abrirá lo que se llama la «finestra», un periodo en el que suelen producirse las condiciones meteorológicas ideales para atacar la cima. La fecha se sitúa entre el 18 y el 23 de mayo.

Joan Carles Palos