Centenares de ciudadanos acudieron a las calles por donde pasaban los príncipes de Asturias para saludarlos y felicitarlos. Foto: TERESA AYUGA

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Palma felicitó ayer a los príncipes de Asturias por el nacimiento de su primer hijo. Unas 2.000 personas se reunieron en la Plaça de Cort para aclamar a don Felipe y doña Letizia en su segunda etapa del primer día del viaje oficial a Balears, pero posiblemente no fue el recibimiento tan multidinario como se esperaba. Se produjo una gran ovación a don Felipe y doña Letizia, que salieron al balcón de Cort para saludar a los palmesanos, pero la plaza ha estado más concurrida en otras ocasiones, en otros eventos con menos carga histórica. Antes de acudir al balcón del consistorio, los príncipes de Asturias saludaron uno a uno a todos los concejales de la corporación municipal. Acompañados por la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, y por el presidente del Govern, Jaume Matas, don Felipe y doña Letizia se dirigieron al salón de plenos para participar en el segundo acto institucional previsto en el programa del viaje oficial.

En su discurso, el príncipe volvió a utilizar el catalán para agradecer la bienvenida que le había brindado la alcaldesa Cirer. «No se m'acut un lloc més adequat que aquest insigne saló de plens, i en presència dels seus fills il.lustres, per expressar la gran satisfacció i alegria que sent cada vegada que torn a Palma i per subscriure l'admiració de Jaume I el Conqueridor, quan va albirar la ciutat i va exclamar: "I ens va semblar la més bella vila que mai haguéssim vist,, jo ni aquells qui amb nos eren". Una admiració que sent quant comprov que conserva vives les virtuts que en el seu dia varen captivar incodicionals forans de la talla de l'Arxiduc Lluís Salvador, Rubén Darío, Albert Camus, Azorín o Jorge Lluis Borges, entre molts altres. Quan constat que aquesta ciutat manté intactes les qualitats que l'han feta una joia i un referent singular de la Mediterrània Occidental», destacó el Príncipe durante su intervención en el salón de plenos de Cort.

Don Felipe dijo que hablar de Palma hoy «es hablar de una ciudad moderna y cosmopolita, que en las últimas décadas ha experimentado una profunda transformación hasta convertirse no sólo en una gran capital española sino también en una dinámica capital europea de primerísimo orden». Durante su intervención, el Príncipe Felipe manifestó que «es evidente que Palma mira hacia el futuro». «Y en este contexto, no nos podemos olvidar del decisivo papel que tienen asignado los jóvenes de estas Islas», subrayó. «Palma concentra passat, present i futur. Tant pel caràcter com per vocació, està destinada a ser protagonista d'excepció en la nova Europa. La seva ubicació natural, les seves excel.lents condicions climàtiques i la seva predisposició a activar la vida sociocultural l'han convertida en una destinació turística i residencial de primera magnitud», dijo el príncipe de Asturias en un aceptable catalán. Además, don Felipe hizo una referencia a la posibilidad de que Palma se convierta en el escenario de las competiciones náuticas si Madrid consigue ser la sede olímpica del año 2012. Durante su discurso, don Felipe recordó unas palabras de Rubén Darío sobre Palma, «la dulce Palma bañada por su bahía del milagro, que es hoy depositaria indiscutible del esplendor de otras épocas y exhibe credenciales más que suficientes para ocupar un lugar destacado en la historia del nuevo siglo que acabamos de iniciar». «Y lo hace segura de sí misma, consciente de sus posibilidades y mostrando una capacidad de adaptación admirable a las diferentes circunstancias que ha vivido en sus más de dos mil años de historia», añadió el Príncipe.