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Hace tres años, Carlos Vigara, que había cantado durante doce años en eCor de Sant Francesc y que tenía su propio grupo de pop-rock, Macla, se presentó al cásting de la tercera edición de «Operación Triunfo». «Pasé una fase, pero luego me eliminaron», explica. Ahora, con 21 años, este palmesano amante de todo tipo de música, está a un paso de entrar en la más famosa de las academias musicales de España. «Me presenté al cásting casi obligado. Había tenido una serie de problemas familiares y me encontraba muy bajo de moral. Gracias a mi padre y a mi mejor amigo, José, que me regaló el billete de avión por mi cumpleaños, fui a Barcelona el pasado 24 de mayo al Palau de Sant Jordi», explica Carlos. Allí, después de ocho horas de cola bajo un sol abrasador, consiguió pasar la primera fase. «Fue increíble. Eramos 5.000 jóvenes. Este año se pueden presentar chicos y chicas desde los 16 años y no desde los 18 como antes y, claro, una gran parte de los candidatos eran de esta edad». Carlos disponía de sus 15 segundos, como cualquier otro aspirante, para demostrar sus dotes. Cantó Hasta que me olvides, de Luis Miguel. Algo debieron ver en él porque la chica del jurado le dijo que cantara otra. Repitió con otro tema del artista mexicano y cuando le pidieron una nueva canción se decantó por Las llaves de tu pie, del mallorquín Àlvaro Chaves. «Ya fueron dos chicas del jurado las que escucharon esta última canción y me preguntaron: ¿Qué hacemos contigo?. Yo les puse un poco cara de pena y miré hacia las pegatinas que les daban a los que conseguían pasar esta fase y me la dieron».

En un cuarto próximo, Carlos se juntó con otros nueve compañeros que habían logrado superar esta primera selección y allí firmaron un contrato. «Había muy buen ambiente entre los que habíamos pasado y también entre el resto de compañeros que nos esperaban a la salida». De los 5.000 presentados, sólo 80 superaron esta primera criba. Al día siguiente, a las 8 de la mañana, Carlos tenía que volver al Palau Sant Jordi. «Nos mandaron diferentes pruebas como formar una «T» o una «O» y noté que estaba mucho más nervioso que el día anterior porque ves que han quedado pocos en comparación con los 5.000 de la primera fase». Sin embargo, cuando llegó la prueba de canto, Carlos se mostró mucho más tranquilo. «A mi lado tenía a dos chicos guaperas y pensé que no me cogían ni de casualidad, así que canté de lo más apaciguado». En esta prueba ya estaba presente Toni Cruz, uno de los boss de Gestmusic, productora del programa. De estos 80 aspirantes sólo quedaron 11, que junto a los restantes finalistas de los cástings celebrados en Canarias, Madrid y Sevilla, forman un total de 165 jóvenes que a partir del lunes que viene y hasta el miércoles se enfrentarán a la prueba final. De ellos, 20 serán los elegidos para participar la primera gala, tras la que se elegirá a los 16 alumnos de la Academia, mientras que cuatro quedarán como reservas. En este último envite, Carlos se enfrentará a diversas pruebas de conocimientos de música, canto, expresión corporal, psicotécnicas y baile. «Esta última es a la que más miedo tengo», dice Carlos, que ha sido alumno de la prestigiosa profesora Francisca Alomar, profesora entre otras de Chenoa. Ahora está muy ilusionado con entrar en esta edición de «Operación Triunfo» que conducirá Jesus Vázquez. «Claro que me gustaría triunfar, pero mi objetivo es aprender y sacar lo que llevo dentro».

«La cosa iba mucho más en serio porque era sobre un escenario, con el jurado abajo a quien casi no veías y con una voz que te decía: Póngase en el punto rojo y espere». Carlos repitió con Hasta que me olvides y luego cantó en inglés y en mallorquín antes de contestar a una serie de preguntas. «Les debí caer bien, ya que soy bastante payaso. De todas formas, el jurado también bromeó conmigo porque Toni Cruz me dijo. Bueno, se tendrá que volver a Mallorca. Pero tras unos segundos añadió: ...pero vuelva dentro de un mes porque ha pasado la prueba y está en la final de toda España».

Jaime Moreda