Muchas personas se dieron cita para aistir a la corrida de las
fiestas de Sant Joan que se celebró en Muro el pasado domingo. Las
gradas del coliseo estaban llenas a reventar de gente deseosa de
pasárselo bien viendo a los matadores realizar acciones
espectaculares y originales. Pese a que en la mitad del festejo se
produjo un incidente que no pasó a mayores entre dos grupos de
peñas murenses, la tónica general fue el ambiente festivo.
Los asistentes a la corrida, que estuvo presidida por Onofre
Plomer junto al veterinario Juan Oliver y el asesor Miguel Àngel
Puertas, demostraron que tenían deseos de pasárselo lo mejor
posible. Pero también es cierto que los asistentes, que disfrutaron
al máximo de la corrida, también fueron sufridores porque el
domingo el calor apretó y mucho. A pesar de las altas temperaturas
el público se divirtió con las actuaciones más espectaculares que
magistrales de estos diestros. La gente se reunió en la plaza con
ganas de fiesta y lo consiguió. Quizás no fue una corrida
espectacular en cuanto a la faena de los toreros, pero si en cuanto
a la alegría y el jolgorio que el público demostró en cada momento.
Ellos sí que se merecían más de una oreja.
R.D.
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