Una aventura pendiente de un hilo

A las seis de la madrugada de ayer viernes, Martha Zein se encontraba preparando y repasando, en el muelle de Peraires del Port de Palma, todo lo necesario para iniciar una peculiar aventura. Colocó un capullo de gusano de seda sobre el pilón de amarre del barco «Fortuny», de Trasmediterránea. Minutos después llegaba dicho buque. Los operarios percatados por el diminuto y delicado capullo trataron de amarrar el barco sin que éste sufriera ningún incidente. Y así fue. A partir de ahí Martha anudó un fino hilo y comenzó a caminar bordeando todo el muelle, siguió por el Passeig Marítim, primero por el exterior del Club de Mar, siguió por la zona donde los jóvenes hacen el botellón, por la noche. Llegó hasta el Passeig Sagrera y frente al barco de Hacienda Pública se le gastó el hilo, aproximadamente llevaba 5 kilómetros de bobina. El hecho es que Martha, en el marco de un proyecto artístico, intentará bordear toda Mallorca con el hilo, que se rompió en numerosas ocasiones, pero no se trata de volverlo a unir sino de continuar con la intención de crear comunidad, disfrutando del entorno natural del litoral, caminar y entablar nuevas amistades, aprender rincones en ocasiones desconocidos de Mallorca y tras 45 días, aproximadamente, hacer balance de dicha aventura. En su mochila, Martha lleva 6 carretes de hilo de 5 kilómetros cada uno, una videocámara incorporada en el lateral izquierdo de su hombro, baterías, cintas de vídeo, saco de dormir, saco-sábana, botiquín, mosquitera, ropa y protección solar. En su primera jornada, le acompañamos durante tres horas. En su recorrido observamos cómo la gente respondía de distinta manera ante el fino elemento. Algunos pasaban por encima del hilo, unos chocaban inesperadamente con él y sonreían, otros, como miembros de la Autoridad Portuaria que al ver el hilo lo rompieron y lo fueron recogiendo hasta hacer una pequeña bobina. Lo cierto es que Martha se encontrará numerosos imprevistos durante su camino que le llevará a dormir y comer fuera de casa, al menos durante los casi 50 días que tiene previsto dure esta aventura. De vez en cuando dejará un capullo de gusano de seda. Tiene alrededor de 1.000 capullos facilitados por alumnos del colegio Ramon Llull de Santa Maria y niños de colegios de Nerja y la Alpujarra granadina. Ésta no es la única caminata que se ha dado Martha Zein, ya que le encanta salir a caminar y anduvo 1.300 kilómetros siguiendo el cauce del Ebro, eso sí, sin hilo.