TW
0

Chenoa pasa unos días de descanso con sus padres en Mallorca. El hecho de haber decidido no hacer galas para entregarse por entero a la preparación y grabación del próximo disco, cuya salida al mercado está prevista para el próximo año, le permite estar más tiempo con sus padres, hermanos y sobrino. La cantante mallorquina llegó a Palma el pasado domingo por la tarde en un vuelo procedente de Barcelona. Inmediatamente se desplazó a su casa, ubicada en el término municipal de Calvià. Al día siguiente, lunes, la vimos desayunando y charlando distendidamente con su madre en uno de los bares del complejo comercial de Porto Pi y después recorrió algunas de las tiendas de dicho centro -de zapatos y bebés, sobre todo-. Ayer, tras desayunar en el bar Bosch, se fue a la peluquería, a la del italiano Antonio Bottino, en Jaume III, a peinarse. Es una peluquería a la que va toda su familia, especialmente su madre y su padre.

Chenoa, que a decir verdad está muy guapa y se la ve muy relajada, en lo que Antonio la peinaba, nos contó que esté verano sacrifica los bolos con el fin de preparar un buen disco. Señaló que no sabe de dónde ha salido eso de que iba a presentar con Jesús Vázquez «Operación Triunfo», en Tele 5, «aunque si me invitan a estar con los chicos algún día, iré encantada». También aseguró que nada tiene que ver con el chico de OT con quien la relacionan, «pues soy amiga de todos», aunque, consciente de que a raíz de su ruptura con Bisbal está en el disparadero, «imagino que me pueden relacionar con cualquiera».

Chenoa, que se supo tragar las lágrimas no hace muchas semanas a raíz de que la relación que mantenía con David llegara a su fin, demostrando con ese silencio madurez y señorío, no quiere hablar de cómo sigue la relación con él, o de si la llamó el día de su cumpleaños. Ni por supuesto en qué altura, en el recorrido hacia el olvido, está aquél. «Ni hablé de todo eso antes, ni lo voy a hacer ahora», lo cual la honra. Por tanto, siendo como es Chenoa y habiendo reaccionado como lo ha hecho, siempre dando la cara, asumiendo que era la perdedora, pero, sin ningún tipo de rencor, ni resquemor, ni menoscabo, sino muy respetuosa y mirando hacia adelante, hay que respetar su postura y desearle lo mejor, tanto en su vida como en su carrera profesional, que ya sin depender de nadie, ni quedarse un paso por detrás de nadie, dará mucho que hablar, y para bien.

Pedro Prieto