Deià se ha convertido en el epicentro de los famosos en
Mallorca. El último ejemplo, después de los paseos románticos de
Harrison Ford y Calista Flockheart el pasado verano, de la casa
comprada por una hermana Corr, o de las prolongadas estancias del
director Roman Polanski o de Bob Geldolf, ha sido el paseo que en
los dos últimos días han dado Susan Sarandon y Tim Robbins por sus
empinadas calles.
Ayer por la mañana lo comentaban los lugareños, tan discretos y
acostumbrados a que por su pueblo se paseen algunos de los rostros
más conocidos del mundo, que ya no le dan la más mínima
importancia, para alegría y tranquilidad de los famosos. Pero al
final todo se sabe y más si repiten. A media tarde, el matrimonio
más de izquierdas de Hollywood abandonaba su residencia en un
lujoso hotel de la zona para dirigirse a este idílico pueblo. A
bordo de un todoterreno conducido por un chófer, en cuyo asiento de
copiloto iba Robbins, y su mujer y el hijo menor de ambos, Miles,
detrás, llegaban al parking del pueblo y enfilaban la calle
principal.
A pocos metros del Ayuntamiento se metieron en una planta baja
de la que salieron minutos después acompañados por una mujer rubia
de mediana edad. Los actores ya sabían de la presencia de los
periodistas y se dejaron fotografiar sin dificultad. Eso sí, de sus
bocas no salió la más mínima expresión. Durante el camino de vuelta
al coche, apenas un centenar de metros, el hijo de la pareja se
dedicó a retratar a los fotógrafos mientras que sus padres
aguantaban serios el recorrido y sólo dejaron escapar, Sarandon más
que su marido, alguna breve sonrisa.
Jaime Moreda
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.