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Las prediciones meteorológicas no se equivocaron. Este verano está siendo uno de los más calurosos en los últimos años. La gente intenta combatir el sofocante calor como puede. Unos se van a la playa o a la piscina, algunos se quedan en casa con el aire acondicionado y otros prefieren plantarle cara al calor con un refrescante helado. Las heladerías «hacen su agosto» estos meses. Miles de personas compran helados en verano. Los heladeros aseguran que «los helados son naturales. El problema viene cuando la gente tiene que elegir el sabor. Cómo hay tantos sabores, la gente indecisa tarda mucho en elegir su helado». Y es que cualquier heladería dispone de una gran variedad. Los hay de todos los tamaños. Con cucurucho o en una tarrina. Están los sabores tradicionales: chocolate, vainilla, estratachela, fresa, limón, almendra, café, macedonia, nata, plátano, coco... y hay otros más especiales: pistacho, yogourt, Ferrero Rocher, tarta de queso, tiramisú, pasas la ron, Windsor (crema de cacao amargo y café con bolitas de chocolate) o cookies (galletas Oreo con crema).

Los heladeros compran grandes cantidades de frutas variadas, las trituran y las congelan. Luego, con máquinas especializadas logran diferentes tipos de helados jugando con diferentes combinaciones. Miquel Solivellas afirma que «hay gente que compra varios kilos». Continuamente los heladeros están innovando sabores. Cada año, se quitan unos sabores y ponen otros nuevos en las vitrinas de las heladerías. Hace unos años, se inventó un helado de color azul, llamado «pitufo». No tuvo mucho éxito y se tuvo que quitar. Incluso se han inventado helados hechos sin azúcar para los diabéticos, ya que estas personas también tienen derecho a refrescarse como todas las demás.

Los helados, además de servir como postres, también pueden acompañar comidas o se pueden tomar entre plato y plato: rosa de alejandría (hecho con pétalos), romero, albahaca, gazpacho, gambas, roquefort, queso mahón con aceite mallorquín, etc. Por ejemplo, cualquiera de estos helados se pueden combinar con ensaladas. El helado más vendido este verano, al igual que todos los años, es el de chocolate. A los niños les encanta. Dentro de este sabor hay una gran variedad de chocolate: blanco, jengibre, jamaicano, con té de Ceylan, con naranja, a la menta, a las siete pimientas, etc. Los helados llevan muchos años ayudando a la gente a combatir el calor. Antes de Jesucristo, ya se mezclaba la nieve de la montañas con miel y frutas. Si han perdurado en el tiempo hasta nuestros días seguro que seguirán con nosotros en el futuro.

Juanjo Buendía