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Las fuentes públicas de Palma muestran en muchas ocasiones a gente refrescándose, metiendo los pies en ellas, pero en ocasiones como ésta se convierten en gigantescas bañeras o si tienen chorros de agua podríamos imaginarnos hasta un spa, cinco estrellas. O si no, fíjense en estas tres mujeres, quienes ni cortas ni perezosas, gel de baño en mano se introducen en la fuente cercana al Conservatori de Música, en Capità Salom, de Palma, ante la mirada atónita de los peatones y circulación de vehículos.

Sin quitarse las prendas de vestir, se enjabonaron parte de sus cuerpos, se lavaron a conciencia, el largo y negro cabello y se refrescaron cual piscina o centro de belleza y relax. Tras el espumoso baño decidieron relajarse junto a los chorros de agua y estirarse en las tranquilas y limpias aguas de esta cuidada fuente de la carretera de Sóller. Las altas temperaturas invitan a darse un chapuzón o baño fresco, nuestras tres protagonistas así lo pensaron, y tambien lo hicieron, indiferentes a nuestra indiscreta cámara fotográfica. No es ejemplar su actitud y mucho menos el estado en el que quedó la fuente, pero a ellas, que le quiten lo bailao.