Los vecinos de la calle Camí de Muntanya en Son Ferriol están muy
preocupados por el giro que están tomando las obras de la variante
de Son Ferriol, que comunica la autopista con el desdoblamiento de
la carretera de Manacor.
Se quejan de que la zona se ha convertido en un auténtico
laberinto como consecuencia de los fallos de coordinación de los
organismos competentes, que cierran accesos y habilitan otros casi
inaccesibles y por el que circulan decenas de camiones pesados y
maquinaria de toda índole. Aseguran que una prueba palpable de ese
desbarajuste se produjo la semana pasada, con motivo del fuerte
aguacero que cayó sobre Palma, y que anegó uno de los pasos
subterráneos por el que deben circular si desean llegar a sus
respectivos domicilios. Este periódico pudo comprobar «in situ» el
estado lamentable de los caminos habilitados, llenos de baches y
muy peligrosos.
Pero, la dificultad en los accesos no es lo único que preocupa a
los vecinos de la zona. También expresan su temor por los vertidos
diarios de materiales diversos que se realiza en Sa Pleta de Son
Sant Joan, actividad visible desde cualquier lugar de la zona,
desde Casas de Sont, pasando por Son Mesquida y el Camí de
Esteblidors.
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