La visitante más ilustre

La aristócrata cumplió el deseo de los políticos ibicencos y aceptó este galardón, que según aseguró guardará en el estudio de la finca que posee en Cala Salada (Sant Antoni), bautizada como S'Aufabeguera, que significa albahaca.

La duquesa llegó a la sede del Consell Insular d'Eivissa i Formentera puntual para el encuentro, a las 12.00 horas, luciendo un conjunto de camisa blanca bordada y estampada de colores y una falda de estilo hindú en tonalidades cálidas que combinaba con unas bambas con pedrería.

Fue recibida por el conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur, que la esperaba en el vestíbulo del edificio con un ramo de flores para acompañarla momentos después al despacho del presidente del Consell, Pere Palau, donde se efectuó el acto de entrega. Allí se daban cita también otros miembros del equipo de gobierno y autoridades, como la consellera de Cultura, Carolina Torres; el conseller de Nuevas Tecnologías, Diego Guasch; del alcalde de Sant Antoni, José Sala; el conseller de Turisme, José Torres, y la consellera de Participació Ciutadana, Carmen Domínguez.

Tras recibir el busto de bronce de la diosa Tanit, galardón inspirado en la deidad fenicia de la isla, la duquesa aseguró que la conservará por siempre y lamentó que su marido, el fallecido Jesús Aguirre, no la acompañara en ese momento, ya que «le encantaba esta isla, que no se compara con ninguna». «Lo que más me gusta es Formentera y la ciudad de Eivissa», comentó Cayetana, y afirmó que la última semana disfrutó de la isla junto a sus nietos mellizos, Amina y Luis, hijos de Cayetano y Genoveva Casanova. Y aunque aseguró que mima mucho a los pequeños, se justificó al asegurar que las madres «son las que tienen que enseñar y las abuelas son las que miman y maleducan».

La duquesa estará en Eivissa hasta mañana.
R. D.
Fotos: C. Cuevas