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Saturada la zona de Pere Garau y la 'plaça de les Columnes' de establecimientos chinos, parece que ahora éstos se extienden hacia lo que años atrás se denominó el ensanche de Palma y que ahora no es más que otra parte de la ciudad. Nos referimos a las calles General Riera, Massanet Moragues y la carretera de Valldemossa, ya que en ellas, de un tiempo a esta parte se ha incrementado notablemente el número de estos establecimientos, que atienden a nombres orientales o al típico «Todo a 100», ahora «Todo a 0,60 euros», eso sin contar los restaurantes chinos que, aunque en menor número, también han proliferado en esa zona.

Si hablas con los propietarios de estos locales, especie de paralelepípedos con estanterías repletas de objetos que distribuyen el espacio interior en alargados pasillos, lo más problable es que no te entiendan, ya que desconocen nuestro idioma. Y si lo entienden, seguramente se saldrán por la tangente o te dirán «que las tiendas de los mallorquines venden un producto y nosotros otro distinto». O que «ellos venden marcas y nosotros no, por eso lo nuestro es más barato». Aparte de esto, pocas cosas más les sacarás. Ni siquiera se dejarán hacer una foto excusándose que no son los dueños. Lo que sí está claro es que sus negocios son legales y que, por norma general, sus propietarios son personas discretas, educadas y muy trabajadoras.

Naturalmente, la otra parte no opina lo mismo. Hemos entrado en mercerías, tiendas de ropa, de cuadros, de deportes, zapaterías..., regentadas por gentes de aquí, donde, «respetando el trabajo que hacen», consideran que la competencia «nos está haciendo daño, pues venden muy barato, y en algunos casos prendas copiadas».

La propietaria de un establecimiento, que se queja también de «que mientras nosotros cerramos a mediodía, domingos y fiestas, ellos abren todos los días, cierran cuando les viene en gana y muchos no te dan ticket de compra», dice que «a veces los he tenido que echar de mi tienda, a la que entran a ver lo que tengo para copiarlo, pues días después lo veo en sus escaparates». El de la tienda de los cuadros dice que la traspasa «pues yo no puedo competir con ellos, que te venden un marco para una fotografía por uno o dos euros, eso sí, de calidad dudosa, pero muy baratos».

Pedro Prieto