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El hospital de Son Dureta reorganizó ayer su servicio de radioterapia con la intención de garantizar que todos los pacientes oncológicos sean tratados sin que les afecte la huelga de los técnicos superiores sanitarios que se prolongará, si antes no se llega a un acuerdo, de forma intermitente hasta el día 27 de octubre.

Por todo ello se han tenido que reorganizar los servicios mínimos en el área, de modo que a los dos técnicos que cubrían los servicios mínimos por la mañana, se les ha sumado un tercer técnico para el turno de tarde.

Lo que se ha hecho, tal y como manifestó ayer el gerente de Son Dureta, Carles Ricci, es poner en marcha el único aparato de acelerador lineal con el que cuenta la sanidad pública de las Islas -y que estaba parado desde el día 26 de septiembre a causa de las obras de instalación de un segundo acelerador- y la bomba de cobalto, y duplicar los turnos de radioterapia que se llevarán a cabo con tres técnicos, en sesiones de mañana y tarde.

«Con esta medida -explicó Ricci- aseguramos la continuidad de tratamiento a todos los pacientes que ya habían comenzado sesiones de radioterapia» y también se garantiza el tratamiento a los que están esperando, aunque se tengan que desviar pacientes a la Policlínica Miramar, única clínica privada de la isla que posee un acelerador lineal.

Por otra parte los pacientes a los que se les había avisado para aplazar el tratamiento comenzaron a recibir ayer llamadas para reprogramar la actividad y poder poner en marcha de nuevo sus sesiones de radioterapia.

Ricci afirmó a Ultima Hora que lo que queremos es «tranquilizar» a los enfermos de cáncer y dejar claro que la huelga «no va a tener ningún impacto sobre ellos».

Por otra parte ayer continuaba la guerra de cifras por el seguimiento de los paros en el cuarto día de huelga. Mientras desde el Sindicato de Técnicos Superiores Sanitarios de Balears (SITESSIB) se cifró la incidencia en un 90 por ciento, desde el IB-Salut sostienen que ésta sólo fue seguida globalmente por un 43 por ciento de los trabajadores.

Por hospitales el Servei de Salut de les Illes Balears cifró la incidencia en un 50 por ciento en el Complejo Hospitalario de Mallorca; un 52,6 por ciento en Son Llàtzer; un 52,3 por ciento en el hospital de Manacor; un 38 por ciento en Son Dureta y un 23,5 por ciento en Eivissa y Formentera.