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J. TORRES
La aplicación de un concierto económico como el vasco o el navarro en Balears duplicaría la financiación que tienen las Islas hoy por hoy. Con este sistema, en el cual los gobierno autonómicos recaudan los tributos y pagan una cuota al Estado, el Archipiélago pasaría de los 1.810 euros que recibe cada año para financiar todo el gasto, a disponer de 3.150 euros per cápita.

Así lo expuso Ignacio Zubiri, profesor de la Universidad de Euskadi, en el seminario sobre Financiación Autonómica y Balanzas Fiscales, organizado por la Fundació Antoni Maura. La generalización de este sistema, que no defiende casi ningún experto, beneficiaría mucho las comunidades más ricas -Madrid, Cataluña y Balears-, pero también al resto. Sólo las más pobres -Canarias, Castilla-la Mancha, Extremadura y Galicia- saldrían perjudicadas. Ahora bien, el mayor perjudicado con la generalización del modelo sería el Estado, que sufriría un bajón de ingresos, dependería de las subvenciones de las CCAA y, para subsistir, tendría que incrementar un 10% la presión fiscal.

Para Zubiri, ni este sistema ni la propuesta catalana de financiación son generalizables. En cambio, Guillem López Casasnovas, catedrático de la Universitat Pompeu Fabra, cree que la financiación que perfila el Estatut sí podría extenderse.