El Govern creará un «bono residencia» para ayudar económicamente a
aquellos mayores que no pueden acceder a una residencia pública a
pesar de cumplir todos los requisitos para poder hacerlo. El «bono
residencia» será una realidad el año próximo y en el proyecto de
Presupuestos presentado el jueves en el Parlament ya se incluye una
partida económica para esta iniciativa.
El proyecto de la Conselleria de Presidència se ha desarrollado
paralelamente al macroplan para construir 15 residencias de tercera
edad en Balears. A pesar de que la oferta en residencias públicas
aumente con 1.500 plazas, el envejecimiento progresivo de la
población obliga a tomar otras medidas.
El «bono residencia» permitirá financiar una parte del coste que
suponga el ingreso de una persona mayor en una residencia privada
de la tercera edad. En principio, el Govern sólo dará este bono a
las personas que cumplan los parámetros necesarios para entrar en
cualquier residencia pública pero que, por falta de plazas, no
tenga derecho a ella. Los primeros bonos podrían entregarse a
partir de la segunda mitad del año 2006, según fuentes de la
Conselleria de Presidència. Con el «bono residencia», la persona
beneficiaria pagará a la residencia privada la misma cantidad
económica que abonaría si ingresase en un centro público, es decir,
el 75 por ciento de su pensión. La diferencia la aportaría el
Govern. En el caso de las personas mayores asistidas, el Ejecutivo
tendría que aportar un «bono residencia» que podría superar los
1.200 euros al mes. El coste que tiene atender a una persona
asistida puede llegar a alcanzar los 1.800 euros mensuales, de los
cuales sólo una pequeña parte la aportaría el propio beneficiario.
La Conselleria de Presidència debería estudiar caso por caso y
priorizar en función de las disponibilidades económicas.
Un presupuesto inicial
El Govern que preside Jaume Matas podría destinar el próximo año
una partida de 1 millón de euros para este proyecto, aunque los
cálculos definitivos no están cerrados. Las partidas y los
beneficiarios aumentarán año tras año, según las previsiones que
están en fase de estudio en la Conselleria de Presidència. Será un
sistema similar al «bono guardería», cuyas partidas se
incrementarán en cada presupuesto y que se han concedido a los
beneficiarios en función de sus ingresos económicos. Paralelamente,
el Ejecutivo tiene pendiente reformar la Ley de Acción Social
aprobada en 1987. Dicha ley prohíbe cualquier relación entre los
servicios sociales de carácter público con las entidades que tengan
ánimo de lucro.
82,75 millones. Éste es el presupuesto global de la Conselleria
de Presidència, lo que supone un incremento de un 6,6 por ciento
respecto al actual ejercicio. Además, Presidència se ha quedado sin
la Direcció de Cooperació, que se ha integrado en la Conselleria
d'Immigració.
Centros. La Direcció General de Serveis Socials gestionará 37,48
millones de euros. La construcción de residencias geriátricas, la
creación de centros especializados para discapacitados y enfermos
de alzhéimer y de centros de día supondrá un gasto superior a los 8
millones de euros.
Consells. El departamento que dirige la consellera Rosa Puig ha
previsto para el próximo ejercicio destinar 3,5 millones de euros a
los consells para el concierto de 290 nuevas plazas para personas
con discapacidades y otros 1,5 millones para el concierto de nuevos
servicios.
Comparecencias. Los miembros del Govern comenzarán a comparecer
la próxima semana para explicar con detalle el contenido de sus
presupuestos. La primera en comparecer será la vicepresidenta, Rosa
Estarás. El resto de consellers explicarán sus cuentas en las
próximas dos semanas.
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