Laura trabaja y estudia; César es gogó, y trabaja como tal en Riu, y en invierno en una discoteca austriaca. Foto: PEP BERGAS

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Laura y César. Chica y Chico 10. Mallorquina, de Palma, y brasileño, de Río. Empleada en una zapatería de Jaime III, ella, y él, gogó de Riu y durante el día conductor de coche transportador de maletas en Son Sant Joan. Se presentaron por casualidad al concurso que organizó el pasado fin de semana Tito's, y ganaron. Y pensamos que, sin menoscabar a los demás aspirantes, con todo merecimiento. Así pues, este año, la edición de Chico-Chica 10 se nos ha descolgado con un black and white. Genial. Laura nos confesó que no tiene novio, aunque reconoció que sí había por ahí algún que otro pretendiente, cosa que, viéndola, no nos extraña que así sea. Porque, ¿saben?, además de guapa, Laura es muy simpática. Y seria, porque no habiendo terminado el Bachillerato se ha propuesto este año, a través de una escuela de adultos, finiquitar lo que le queda de él.

No ve mucha televisión, por tanto desconoce la mayoría de telebasura y personajes idem que florecen en su entorno. Sabe que los españoles, desde hace una semana, tenemos heredera del Heredero; sabe que se llama Leonor, «pero no me preguntes más cosas, pues no soy muy dada al chismorreo». César, como hemos dicho, es brasileño, de Río. En verano trabaja por las mañanas y tardes en el aeropuerto como auxiliar de conductor del remolque que transporta las maletas, mientras que por las noches baila hasta el alba en Riu. «Lo de dormir lo llevo muy bien -asegura-, pues más de cinco horas al día no duermo. Así que me las arreglo para descansar esas horas aunque sea por la tarde». Como en invierno no trabaja en Son Sant Joan, «me voy a una discoteca de Austria, a bailar, por tres meses, para regresar en primavera a Palma».

Como brasileño que es, es aficionado al fútbol. Hincha del Flamingo y del Barça, «aunque tampoco me desagrada el Madrid, ya que tiene varios brasileños en sus filas. Pero para mí, Ronaldinho es el mejor. Es el jugador más grande del mundo, es una maravilla verlo jugar. ¿Que quién ganará el 19? ¡Hombre! Yo lo tengo claro. El Barça. O al menos es el que yo quiero que gane». Tampoco tiene novia, aunque, sobre todo en verano, no suele estar solo. «Bailando cada noche allá arriba -se refiere al podium- no es difícil ligar. A mí me gustan todas las mujeres, pero sobre todo las alemanas».

Pedro Prieto