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La Fundación Aeronáutica Mallorquina organizó una jornada para el entretenimiento de treinta niños en tratamiento oncológico que, desde Madrid y Mallorca, quisieron entrar un poquito en los misterios y realidades de volar. Fue una mañana apasionante que transcurrió en Son Bonet.
Con la colaboración del Consell Insular de Mallorca, y su vicepresidente Miguel Nadal, la Conselleria de Medi Ambient, el Ibanat, SAR y LTI, las Escuelas de Aviación de Son Bonet y muchos colaboradores de la fundación, padres, voluntarios y, sobre todo, niños, los pequeños se olvidaron de tratamientos y sacrificios y entraron a volar con la imaginación, en los aviones y helicópteros que las instituciones y empresas pusieron a su disposición en un gesto desinteresado y solidario que les honra.
Los bomberos y helicópteros apagaincendios dejaron bocas abiertas y oídos aturdidos. El DC 3, orgullo de LTI, fue uno de los favoritos, junto al SAP y al helicóptero del SAR, en cuya carlinga más de uno levantó vuelo imaginario.
Aviación sin Fronteras, columna importante de este engranaje, colaboró con la forma y el fondo de esta magnífica iniciativa.
La Fundación nos sigue sorprendiendo cada semana. Su programa didáctico se amplía gracias a Pilar, Francisco, Jaime y Miguel, que, a veces, en su anónima colaboración nos hacen saber que de existir alguien importante en este universo volador, ése es el niño que viene pisándonos los talones. Cariño sin Fronteras, que demuestra que cuando se olvidan objetivos materiales, se consiguen sonrisas y gestos de amor de quienes desde los mandos de la nave se alejaron de las sombras, aunque fuera por una mañana. Consiguieron, entre todos, un objetivo espiritual con el que seguramente, ayer, los pequeños se durmieron calentitos y cansados porque las actividades finalizaron por la tarde con un charla y proyección de vídeos.
Oscar Pipkin
(texto y fotos)