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La Asociación de Constructores de Balears culminó el viernes por la noche la celebración del sexto centenario de la promulgación de los primeros estatutos del Gremi de Picapedrers de Mallorca, durante una cena en Ses Cases de sa Font Seca (Bunyola) a la que asistió una amplia representación institucional y del ámbito empresarial del archipiélago.

La asociación patronal considera este gremio medieval como la simiente de la Asociación Provincial de Maestros Albañiles (1940-1977), de la Asociación Patronal de Albañilería, Edificación y Obras Públicas (1977-1993) y, posteriormente, de la Asociación de Constructores de Balears (desde 1993). Durante este acto, en el que no faltó la tarta de cumpleaños con sus correspondientes seis velas, el Govern balear, el Consell de Menorca, la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balaears (CAEB), la Cámara de Comercio de Mallorca, Eivissa i Formentera y la Confederación Nacional de la Construcción entregaron sendas placas conmemorativas a la Asociación de Constructores de Balears, que preside Sebastián Pastor.

El presidente del Parlament, Pere Rotger, que fue el encargado de clausurar el acto, destacó durante su discurso la larga trayectoria del asociacionismo empresarial en este sector. Rotger, quien destacó el papel de «motor económico» de la construcción y su contribución, junto al turismo, al desarrollo socioeconómico del archipiélago, destacó entre los retos de futuro de esta actividad la inversión en formación de los trabajadores, la lucha contra la siniestralidad laboral y su adecuación a los criterios de preservación del medio ambiente.

Juan Lazcano, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción, anunció por su parte que la patronal balear «será desde hoy el símbolo del asociacionismo en nuestro sector, y así lo proclamaremos en el próximo consejo de gobierno», dijo al respecto.