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El «caso Mesquida» ha precipitado una «reestructuración» del Servicio de Publicaciones de la UIB, según reconoció la vicerrectora de Proyección Cultural, Francesca Lladó. Los presuntos incumplimientos de la jornada laboral por parte de Biel Mesquida y la dimisión como protesta de su jefe, Jaume Rosselló, han sido el desencadenante de un cambio en el organigrama que se hará público la semana que viene.

Lladó, que no quiso entrar en más detalles, explicó que los cambios, que estaban previstos, responden a la necesidad de convertir el servicio de la UIB en uno perfectamente homologable a los de las otras universidades del Estado español y de la Unión Europea. Dado que el director del servicio tiene que ser un profesor, requiere una dedicación plena de sus subordinados. No es esta la situación que se describe en el informe de Jaume Rosselló en el cual figura la denuncia de incumplimientos de la jornada laboral. La vicerrectora de Proyección Cultural matizó que un informe no es una denuncia en sentido estricto y que, de momento, no ha incoado «ningún procedimiento disciplinario».

Lo cierto sin embargo es que las graves informaciones, documentadas por el dimisionario Jaume Rosselló, están en manos del equipo del rector.

El informe de Rosselló alude a incumplimiento del horario laboral, a absentismo no justificado y otras presuntas vulneraciones del convenio y de la normativa. Este informe está en manos de los vicerrectores y circula en determinados niveles de la comunidad universitaria. El equipo de Gobierno se ha reunido estos días para intentar encontrar una solución al estallido del «caso Mesquida» y a la dimisión de doctor Rosselló.