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Más de 900 escolares del colegio Cristo Obrero de San Isidro, zona rural del extrarradio de Managua, ya disponen de un espacio multifuncional donde poder realizar talleres educativos, formativos y actividades deportivas. El colegio, gestionado por la congregación Amistad Misionera en Cristo Obrero (Amico) inauguró el pasado mes de octubre estas nuevas instalaciones construidas por el Ajuntament de Palma, previo proyecto presentado por Ensenyants Solidaris. «Es el único lugar del barrio donde se pueden realizar actividades. San Isidro tiene más de 20.000 habitantes y en el colegio estudian más de 900 alumnos. Cuando llueve, durante seis meses al año, no podían realizar ninguna actividad extraescolar por falta de espacio. Ahora, en lugar de estar en la calle, se ha abierto una posibilidad para que los jóvenes continúen aprendiendo. En este lugar se realizan talleres una vez terminadas las clases, tanto dirigidos a los alumnos como a los maestros y vecinos del barrio», afirma la religiosa mallorquina Esperanza Garau, superiora general de Amico.

En total, el Ajuntament de Palma destinó 25.000 euros a la construcción de este espacio, proyecto que completó el ejecutado el año pasado, con la construcción de nuevas aulas en el colegio. Gracias a ello, más de 300 jóvenes estudian en el único centro escolar del barrio que dispone de educación Primaria y Secundaria. «Uno de los objetivos del año que viene es poder convertir un terreno del colegio en un campo de fútbol. En el barrio, considerado uno de los más pobres del extrarradio de Managua, no existe ninguna instalación deportiva», añade sor Esperanza Garau.

«Desde aquí quiero agradecer el esfuerzo del Ajuntament de Palma y de todos los ciudadanos por ayudar a uno de los países más pobres de Centroamérica y, en particular, a Amico. Pensamos que la educación es la esencia para que un país pueda mejorar. Los niños son la base de un futuro que sólo pueden conseguir con la escolarización y un desarrollo integral como personas», afirma.