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LL. LORENZO
Una mujer mallorquina, Joana Estarellas Dolç, denunció ayer que el pasado 5 de diciembre recibió un trato «vejatorio» y «humillante» por parte de unos agentes del Cuerpo Superior de Policía porque «hablé en catalán».

Aquel día Estarellas circulaba a pie por la calle de Sant Llorenç, una vía estrecha que une Santa Creu con la calle Puig de Sant Pere cuando, según su versión, «un coche blanco circulaba deprisa». La calle no ofrece muchas posibilidades para que los peatones cedan el paso a los vehículos (no hay aceras) y Estarellas decidió ponerse frente al coche para que éste frenara. «Entonces me di cuenta de que era la Policía y dije, en catalán, que no fuesen tan deprisa por esta calle», asegura la mujer. En ese momento, Estarellas recuerda que un agente le aseguró que no le había entendido y se empezó a crear una situación tensa. De hecho, Estarellas, que es licenciada en Derecho, dice que «recibí un trato humillante y prepotente, a pesar de que creo que me entendían».

Según Estarellas, la tensión fue en aumento sobre todo cuando los agentes insistían en que no entendían sus explicaciones y ella respondía «con buenas maneras» que hablaba una lengua oficial. «Me pidieron la documentación y les dije que la tenía en el trabajo y que podían acompañarme. Así y todo, me dijeron que tenía que ir en las dependencias policiales, donde me encerraron en una habitación un rato, consiguiendo que llorara, hasta que me pidieron los datos personales». Finalmente la dejaron marchar.

Desde el Cuerpo Superior de Policía se aseguró que se pondrá en marcha una investigación para aclarar estos hechos, mientras la OCB se solidarizó ayer con Estarellas y le ofreció asesoramiento.