Escalando por las fachadas o llegando a los balcones, Santa Claus es esperado en todos los hogares.

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Un ejército de muñecos vestidos de rojo, gorditos y de larga barba blanca invaden estos días cientos de balcones, terrazas, tejados y fachadas de nuestros barrios. En Palma la situación es escalofriante. Si el pasado año comenzaron a verse un gran número de estos «individuos», llamados Papá Noel, Santa Claus o San Nicolás, que sólo aparecen a finales de año, éste ha sido una auténtica invasión roja. El espectáculo provoca el despiste de más de un automovilista y la expectación entre viandantes. Simpáticos y con la única intención de dejar obsequios y regalos, tanto a mayores como pequeños, este año parece que Santa Claus ha necesitado incluso la ayuda de conejitos y otros peluches. Si por las diferentes barriadas de Palma y pueblos de Mallorca se les ve escalando por las fachadas o alcalzando las barandillas de los balcones y galerías, en las urbanizaciones o casas unifamiliares de las afueras se les puede observar llegando a la cima de las chimeneas. En estas entrañables fechas Papá Noel ha desbancado a los mismísimos Reyes Magos. Santa Claus, popular gracias a una firma de refrescos, se ha convertido a lo largo de los años en la figura más esperada del año por muchos niños.

Julián Aguirre