Tras dos días de discutir sobre los presupuestos de la
Comunitat, con más de una enganchada entre unos y otros, anteanoche
los parlamentarios de Balears, olvidando -al menos aparentemente-
diferencias que los distancian, se reunieron a manteles en La Sal,
en el Club de Mar, a celebrar la Navidad. El presidente del
Parlament, que suponemos que fue quien abonara la factura, sentó en
su mesa al president Jaume Matas, a los consellers Font, Estaràs y
Flaquer (suponemos que a Matas, Flaquer y Font el 0-1, 0-2 y 1-2
definitivo del Bernabéu les debió dar la noche; ¡Y encima el
Mallorca empezaba a perder!), y los uemeros Nadal y Mulet. El
resto, en según qué mesas revueltos, ocuparon los demás sitios.
Las cena, como no podía ser de otro modo, fue rica, rica, rica.
De entrada, pirámide de gambas y salmón; de primero, cigalas a la
plancha; de segundo, lubina; de postre, bouqué de frambuesas con
helado de plátano caramelizado. En cuanto a vinos, Rioja crianza y
cava catalán, Codorniu para ser exactos. Todo muy de casa. La
sobremesa se prolongó hasta cerca de la una de la madrugada. En
ella hubo cruces de gloses. ¿Saben cuál le dedicó Font a Sampol? En
Sampol vol anar a la Xina/ i en Pep Joan Cardona no ho vol/ Déu
fasi qu'afagui un vol/ i no acabi sa benzina». Desgraciadamente no
oí lo que le contestaba un divertido y sorprendido Sampol. Sobre la
una, salvo los menorquines y el ibicenco, todos se fueron a casa,
unos en coche oficial, otros en el propio. Los menorquines, con
Huguet a la cabeza, y Francina Armengol, se tomaron una copa en la
Mar Salada. Al menos en el tiempo que estuvimos allí, no los vimos
bailar.
Pedro Prieto
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