Sa Pobla vivió con gran intensidad la víspera de Sant Antoni. Foto: MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS

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Después de los importantes cambios vividos hace ahora un año en la tradicionaNit Bruixa poblera, todos ellos dirigidos a facilitar el disfrute de la fiesta evitando los problemas que implican las aglomeraciones, la de ayer fue una Nit Bruixa de transición, con menos gente que en las dos ediciones anteriores, pero tan lúcida como cualquiera de las ediciones que se recuerdan. A las 19.30 horas llegaban puntualmente a la plaza las autoridades, entre ellas la consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer; la de Agricultura, Margalida Moner; el conseller de Medi Ambient, Jaume Font; la vicepresidenta del Consell de Mallorca, Dolça Mulet, y el president del Parlament, Pere Rotger.

Todos ellos acompañaron a las autoridades locales a Completas, donde pudieron escuchar en primera fila el «Visca Sant Antoni!» de clamater de este año, Antoni Crespí «Ballador». Al salir de Completes, tal y como manda la tradición, las autoridades se dirigen en comitiva acompañando a los caparrots hasta la Plaça Major donde los caparrots protagonizan su popular baile al son de «Jo i un Pastor» mientras miles de personas tararean la canción en la plaza. Este es para los poblers uno de los momentos más emotivos de la fiesta.

Ayer por primera vez en la historia de la fiesta las tradicionales figuras de los caparrots quedaron a buen recaudo en el Museu de Sant Antoni i edimoni aunque los asistentes apenas notaron el cambio y disfrutaron con el baile de unas réplicas exactas realizadas por la Associació Es Grif de sa Pobla. Acabado el baile es el momento del espectáculo piromusical, uno de los más admirados de la Part Forana que simula en la fachada de la Casa Consistorial la lucha eterna entre el bien y el mal, entre Sant Antoni y el Dimoni. ¿Adivinan quién sale vencedor.