Después de muchos años de protestas, por fin, ir a la Universitat
de les Illes Balears (UIB) en coche no es un suplicio. Se acabó
madrugar tanto para no llegar tarde a las clases por los atascos.
Desde finales de año, están en funcionamiento los cuatro carriles
desde la rotonda de Camí des Reis hasta el Campus, lo que significa
que la parte más complicada del desdoblamiento de la carretera de
Valldemossa está ejecutada, aunque el proyecto no está concluido.
La inauguración tendrá lugar el próximo mes de junio.
En tres kilómetros del tramo central de la obra -entre la
rotonda de Emaya y la UIB- se han construido tres rotondas. La
glorieta de Can Moreno dará acceso al núcleo y la de Son Espanyol,
de 60 metros de diámetro, de momento, distribuirá el tráfico hacía
este núcleo y la carretera de Valldemossa. La gran dimensión de la
rotonda está justificada porque el segundo cinturón desembocará en
esta intersección. La tercera rotonda de acceso a la UIB y al Parc
Bit también está prácticamente concluida.
En este trazado queda por instalar la iluminación de la
carretera, la jardinería y la señalización. Además, falta iniciar
las obras del carril bici hasta el campus universitario. «La mayor
complejidad de la obra ha sido la interferencia con los elementos
patrimoniales que era necesario proteger. En total, han sido cinco
acequias que no se podían tocar. Ha habido daños, pero se restauran
y protegen con estructuras. Una arqueóloga ha revisado las obras»,
explican Fernando Rodríguez, jefe de la obra que ejecuta la UTE
Copisa y Carreras, y Raúl Martínez, ayudante de la dirección de la
obra.
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